miércoles, 1 de junio de 2016

PUNTAL DE LOS CUARTOS (3.154 m.), PICÓN DE JÉREZ (3.088 m.) Y LAVADERO DE LA REINA; lo bueno se hace esperar.

   Para llevarle la contraria a estos tiempos en que todo se quiere rápido y en el momento, decidimos que para gozar del bello rincón que hoy veríamos, había que merecerlo, así que nos lo pusimos difícil. 
   Porque..... no fue fácil encontrar la desviación, a la derecha, que baja hasta el Molino del Coto para cruzar el Río Maitena, en la estrecha carretera que sube al Cortijo Balderas, después de salir de Güejar Sierra. Porque..... fue difícil y sufrido (para el coche) recorrer los doce kilómetros, de tortuoso carril en mal estado, que remonta por la Loma Cunas de los Cuartos hasta llegar al comienzo de la ruta. Y porque..... fue duro salvar los 1.100 m. de desnivel positivo hasta el Puntal de los Cuartos......, pero todo esfuerzo tiene su premio y las cosas llegan, cuando tiene que llegar, y es precisamente, a finales del mes de mayo y principio del mes de junio, cuando tiene lugar en el Parque Nacional de Sierra Nevada, un fenómeno natural que embellece sobremanera y envuelve el enclave donde se produce, de música celestial; es el deshielo, y es concretamente, en el paraje conocido como; "LAVADERO DE LA REINA", el lugar ideal para asistir de espectador privilegiado, a este evento anual. 
   Las entradas ya están compradas, sólo queda leer el relato que os cuento a continuación....., pero lo voy a acompañar con fotos que es más fácil.


El espectáculo visual es sencillamente; grandioso.

    
   Bajarnos del coche en el pequeño aparcamiento que hay junto a la cadena que impide el paso de vehículos, no autorizados, al Parque Nacional, fue un alivio y un placer para los sentidos, un alivio porque tardamos una hora para salvar los, interminables, doce  kilómetros de carril, y un placer porque el día estaba claro y la visibilidad era perfecta. Al sur podíamos ver, con total nitidez, las caras norte de los colosos de Sierra Nevada, y también, las cuencas de sus ríos, vertiendo las aguas del deshielo en el Genil. Bueno, tanto como ver las aguas no.....pero nos la podíamos imaginar.
    
Alcazaba y Mulhacén, entre otros.

   Tras pasar la cadena, el rumor del agua de la Acequia de Papeles, nos da la bienvenida desde una arqueta de hierro, abierta, que amplifica el murmullo del agua. Algunos pasos más arriba, nos desviamos por una senda claramente marcada a la derecha que sigue subiendo la Loma Cuna de los Cuartos, hasta el Vértice Geodésico de Papeles.


De izq. a dech.; Alcazaba, Mulhacén, Susana, Juan, Toñi, V.G. Papeles,
 Baldo, un servidor, Farú y Los Machos.
 

   A unos cinco kilómetros del comienzo, llegamos al Refugio de Peña Partida o Refugio-Vivac el Molinillo (2.420 m.), como indica un cartel junto a la entrada. Inaugurado en 1.988, tiene una capacidad para seis personas y normalmente se encuentra abierto todo el año. Restaurado recientemente, cuenta con dormitorio aislado, mesa y bancos. Antes de la reciente restauración tenía hasta chimenea (mejor que un hotel de cinco estrellas), pero supongo que la quitaron porque en los alrededores no hay ni una pizca de leña. Jeje. También es el punto de unión de dos etapas del GR-240 o Sulayr:
   Postrero Alto-Peña Partida (17) y Peña Partida-La Hortichuela (18). 
   Además, está limpísimo. 
   
El refugio estaba muy concurrido..... pero fuera.
 
  Repusimos fuerzas, a las afueras del refugio, intuyendo que a continuación vendría lo peor del día, como así fue. Y pasado un kilómetro dejamos el sendero que nos pudo haber llevado cómodamente a los lavaderos, para desviarnos bruscamente por un difuso rastro de sendero que sube a nuestra derecha la Loma de los Cuartos. Lo hicimos muy cerca de la cresta, yendo en zig-zag para hacer la fuerte subida lo más llevadera posible, y es que como dije al principio; "para poner en valor lo que se obtiene hay que darle su tiempo y el esfuerzo que se merece".


Subida por la Loma de los Cuartos
Un vistazo a lo alcanzado.

    Tres horas y media tardamos en llegar al Puntal de los Cuartos o Alto de la Buitrera. Le dimos bien a los "pedales" para hacer los nueve kilómetros y medio que, en ese momento, nos separaban del punto de partida. 
   Las vistas son inmensas a estas alturas; norte, sur, este y oeste, ofrecen una visión de Sierra Nevada difícil de olvidar.  


Montaña, cielo y nieve se funden en delicada composición.
Sentaditos en el Puntal de los Cuartos porque llegamos un poco cansados.
   
   Ya dije al principio que todo esfuerzo tiene su resultado, y a partir de aquí todo serian premios. Obtendríamos el "segundo premio" en el Puntal de Covatilla (3.115 m.) o Covatilla Occidental, el tercero en el Covatilla Central (3.098 m.), el cuarto en el Covatilla Oriental (3.105 m.), el quinto en el Puntal de Juntillas (3.143 m.), el sexto en el Picón de Jérez (3.088 m.), y el séptimo; el séptimo descansó (como a Dios).......¡ya lo veréis!


Barranco del Río Juntillas
Puntal de Covatilla o Tajos Negros
¿Tajos Negros, Covatillas, 3.116 m. o 3.115 m.?
La nieve estaba perfecta para disfrutarla.....
..... por el precioso y disfrutón cresteo de la Loma de los Cervatillos, ¿o es Covatillos?
Otro tres mil; el Puntal de Juntillas
El último tres mil del día; el Picón de Jérez, ¿o es Jerez? ¡Coño otra duda!

   El Picón de Jerez estaba lleno de montañeros, casi todos llevando algo de comer a la boca,  y como se nos antoja todo lo que vemos, pensamos que sería un buen momento para reponer las calorías que habíamos quemado. Lo pensamos todos..... menos Juan, y como "quien manda; manda": 
   "Agua y ajo"; un poquito de agua, y a bajar por la Loma de Jérez. Pero antes, una foto en el vértice geodésico que el Ministerio de Fomento, en su Área de Geología, tiene catalogado con el nombre de "Picón de Jeres" (si.... terminado en "s" para más confusión) y con el nº 102777. 

Farú, mirando a la cámara, es todo un acontecimiento, ¡¡ bravo por el fotógrafo !!
Bajada por la Loma de Jérez, o de Jerez, o de Jeres, o como sea.....
 
   ¡Por fin, por fin llegamos! ¡Ya estamos aquí! Después de una bajada interminable con el hándicap de llevar el estómago más vacío que la despensa de un estudiante, pudimos contemplar, el circo montañoso que da lugar al nacimiento del Río Maitena (traducido al árabe quiere decir "el que hace la belleza"), en su mejor momento; el deshielo. ¡Ya estamos en los lavaderos de la reina! El séptimo premio, el premio del deber cumplido, el premio del descanso. Las chorreras aparecen y desaparecen bajando de las altas cumbres, jugando al esconder con las rocas y componiendo su particular sinfonía. El blanco de la nieve, el negro de la piedra y el azul intenso del cielo dan al lugar un ambiente de calma, relajado y mágico, estábamos en el lugar idóneo y en el momento perfecto...... para degustar los ricos manjares que tanto tiempo llevaban en las mochilas, y es que; lo bueno se hace esperar. ¡A comer!
  
Costó trabajo, pero mereció la pena.
El mejor restaurante del mundo.

   Para la sobremesa, algo de culturilla general:
   Dicen los escritos, las narraciones, la tradición y la leyenda, que el nombre de "Lavadero de la Reina" viene de la frase: "Si una reina viniese a lavar aquí, ganaría en nobleza", frase que un día dijo la Reina Fabiola de Bélgica al ver el lugar. Pero deduzco, por una carta enviada por el "Padre Ferrer" al director del Diario Ideal de Granada, que el nombre: "Lavadero de Reina", ya existía cuando Fabiola de Mora y Aragón visitó Sierra Nevada. El texto literalmente, dice: 
   "No quiero olvidar que en algunas ocasiones nos acompañó la Reina Fabiola, por ejemplo el día que desde Güejar Sierra fuimos al llamado "Lavadero de la Reina" en la cabecera del río Maitena. Al llegar a las cascadas la Reina se quedó embelesada, el Rey Balduino tomaba su libro de salmos, se sentaba en una piedra y se le iba el santo al cielo entonando el salmo 9".
   Por lo tanto el nombre del lugar ya existía antes de que la Reina Fabiola lo visitara, pero no pongo en duda, casi me atrevería a afirmarlo, de que en su embelezamiento al contemplar este extraordinario paraje, pudiera decir la famosa frase.
   Manuel Ferrer Muñoz (Padre Ferrer), fue un sacerdote jesuita, granadino, que vivió entre los años 1.920 y 2.009. Explorador montañero, naturalista, geógrafo, escritor y enamorado de Sierra Nevada hasta el punto de celebrar misas en la mismísima cima del Mulhacén, tuvo una frecuente relación con los Reyes de Bélgica Balduino I y Fabiola, a los que mostró los secretos de Sierra Nevada.
  
Borreguiles encharcados 
 Piedras Negras. ¿Por qué será?
Pose de Juan y Farú

   Después de comer y hacer un sin fin de fotos, llegó la parte lúdica de la jornada; bajar por el Arroyo de Covatillas hacia la Hoya de la Alberca, un recorrido salpicado (nunca mejor dicho) de cascadas, torrentera, riachuelos, chorreras, túneles de hielo y saltos de agua fastuosos, siempre acompañado por el ensordecedor sonido del agua.


El deshielo ya se había producido por esta zona.
Juan y Susana.
Túneles de hielo.
Tajos Negros de Covatillas gobierna desde su mirador la bajada del arroyo.

Toñi y Susana en una refrescante catarata.
Torrenteras ensordecedoras.
Chorreras por doquier.
Prado en la Charca de Covatillas.

     Cuando llegamos a la Charca de Covatillas, dejamos el curso  del arroyo descender por la derecha y nosotros tomamos el mismo desvío que, parte de su caudal, toma por la Acequia de Papeles. Unas veces a la derecha, otras a la izquierda y otras por encima de la acequia, vamos acercándonos cansinamente, casi sin desnivel, por el llamado "Camino de la Loma de Papeles", buscando enlazar el sendero de ida. Una vez que llegamos a él y vimos los coches, prácticamente volamos hasta el aparcamiento. Fueron siete kilómetros interminables con vistas a la Cuerda del Alguacil en la otra vertiente del Río Maitena, que sumados a los que llevábamos, hacen un total de veinticinco kilómetros, bien contados, para los que dedicamos siete horas andando y dos descansando.  Por cierto, poneros siempre protector solar, pero no aquí, no a estas alturas, aquí ya no tiene arreglo. ¡Qué me lo digan a mi y a mis piernas!
   Un poco de estiramiento y vuelta por el mismo carril hasta Güejar Sierra, por suerte, viendo un precioso atardecer sobre el Embalse de Canales que hace un poco más distraida la bajada por el dichoso carril.
   En Güejar Sierra, tuvo lugar la entrega del octavo premio, un premio que esperó su momento para que supiera a "gloria"; la celebración del cumpleaños de Baldomero, cumpleaños, que creo, había sido en el mes pasado. Nuestra compañera, amiga y querida Toñi, tuvo la cortesía de preparar una deliciosa tarta que nos endulzo el resto de la tarde. Gracias Toñi y gracias Baldo.  
   
Sin velas, nos quedaremos con la interrogante de los años que cumplió.
 
Esperamos para ver el Lavadero de la Reina en su mejor momento,
esperamos para comer en el lugar perfecto y
esperamos para celebrar el cumple de Baldo, lo que a él le dio la gana,
porque..... "lo bueno se hace esperar"
y cuando llega;
lo coges y lo agarras con todas tus fuerzas 
para que sea TUYO PARA SIEMPRE.

   

2 comentarios:

  1. Increíble manuel siempre tienes algo con que sorprendernos gracias

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  2. Jajaja. Tu también, Juan. Gracias por llevarnos en tu Renault Kangoo.

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