lunes, 5 de diciembre de 2016

ALÁJAR, El CALABACINO, CASTAÑO DEL ROBLEDO Y RISCO DE LEVANTE; un escenario de cine.

   Buscar la localización perfecta para comenzar el rodaje de la nueva temporada de senderismo, fue fácil. Llegando el otoño, el pensamiento, involuntariamente, encuadra un lugar en la parte occidental de Sierra Morena al norte de la provincia de Huelva, en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, donde, sus frondosos bosques de castaños y pinos, sus espectaculares dehesas de encinas y alcornoques, sus riveras de chopos y olmos, sus ríos encajonados, sus montes perfumados de jara, sus cautivadoras huertas, su carácter alomado de pendientes suaves, sus hermosos pueblos, su color, y sus más de 600 km. de caminos (una de las mayores redes de senderos de Andalucía), nos ofrece  un escenario natural con la atmósfera y la banda sonora ideal para cantar la claqueta y comenzar a grabar.      
Los actores y actrices del filme de izq. a dcha.: Fernandi, Eloy, Isabel R, Isabel M., Manuel, Mercedes, Marisol, Trinidad, Toñi, Susana, Chari, Susana P., Paco, Juan, Yoli, Mariola, Baldo y un servidor.
 
   Tenemos el decorado, tenemos el plan de rodaje, tenemos los "actores" y las "actrices" de los clubs: "Con mi Gente" y "Sierra Sur". ¿Qué más podemos pedir? ¿Quizás............. el argumento, el guión? ¡Vaaale!.....La idea era hacer un grupo para un cortometraje circular de 17 km. y otro grupo para un largometraje, también circular, de 24 km. Ambos grupos, partiríamos del pueblo de Alájar, nos cruzaríamos a mitad del camino y finalmente nos veríamos, de nuevo, en Alájar. Los dos con el mismo argumento: Grupo sale al campo, dispuesto a disfrutar de un maravilloso día, respirar aire puro, hacer ejercicio, ver paisajes hermosos y charlar de todo un poco. Por el camino deben recoger el alimento más característico del otoño; el fruto seco recomendado en las dietas de adelgazamiento, un fruto que con alto contenido en fibras, hidratos de carbono, nutrientes y proteínas, tiene un bajo contenido calórico, es decir, el "elixir de la alimentación", pero el camino se encuentra repleto de tentaciones, incitación, atracción y embaucaminetos, por lo que al final........¡coño, que voy a contar hasta el desenlace! ¡Corten, corten! Compren palomitas y sientensé en sus butacas.
   ¡¡ Silencio, se rueda!! ¡Acción!

   El primer grupo tomó el Sendero de los Molinos y el segundo se encaminó a la peculiar aldea de Calabacinos.
  La diseminada aldea de El Calabacinos, que en los años 70 quedó totalmente abandonada y posteriormente repoblada por hippies, está salpicadas de rincones curiosos propios de este movimiento de los años 60. Sus parcelas, sin orden ni concierto, invitan al despiste y a la contemplación, y nosotros caímos como "corderitos" por el sendero equivocado. Media vuelta y a seguir.

Discreto excusado con alas, sobre mesa circular.
La fuente de Calabacino irradia "paz y amor".
Ermita de la Santísima Trinidad. No falta ni el perejil en Calabacinos.
 
   Pasado El Calabacino, notamos que subimos y subimos sin descanso hasta alcanzar la máxima altura de la ruta (828 m.). Los bosques de castaños y robles mostraban sus mejores galas y nos proporcionaban, en algunos tramos del camino, una alfombra blanda de color ocre con dibujos de erizos pequeños. Todo apuntaba a que, esta, era la zona donde debíamos recoger la panacea y el remedio de las dietas; nuestro objetivo, pero dejamos pasar la ocasión y en el suelo quedaron los zurrones espinosos con sus tesoros dentro.
   Hechizados por el bosque, ni siquiera nos dimos cuenta de los 5 km. que hicimos hasta Castaño del Robledo, fuimos empujados por una fuerza invisible que nos impedía parar. ¡Y eso que íbamos cuesta arriba! ¿Sería el espíritu de la cercana Navidad? o ¿Sería la fuerza de la charla? Ahí queda el misterio.
 
Bosques de castaños.
Las chicas bajo los efectos del "encantamiento"
Ni una, no llevábamos ni una...........

   Salimos de Castaño por la ruta que va al Puente de los Casares y vamos viendo como el paisaje,  según bajamos, cambia en función de la altitud y la humedad. Obsevamos que los bosques de castaños son sustituidos por alcornoques, encinas, pinos.... y en los cauces de los ríos aparecen chopos, fresnos, sauces y alisos, junto a zarzas y plantas trepadoras.
   Tan solo 4 km. nos costó llegar al Puente de los Casares....... claro que dejamos de ver Los Chorros de Ollarancón, también conocido como Chorros de Joyacarón, por falta de agua, y tampoco visitamos Santa Ana la Real por decisión democrática....... queda pendiente para el próximo "rodaje".

El "director" dando las resoluciones oportunas.
Las actrices posando dentro de campo.
Los márgenes de las riveras, muestran un espléndido bosque en galería.

   Una vez que llegamos al Puente se Casares, tomamos la carretera que une Alájar con Santa Ana la Real,  recorremos 500 m. dirección Alájar, y nos desviamos a la derecha por la Rivera de Santa Ana; cauce principal de esta parte de la sierra y cabecera del Río Odiel. Vamos buscando El Risco de Levante; un curso de media montaña que atraviesa un paraje boscoso donde el río se va encajonando a modo de pequeño cañón. Es frecuente en esta zona, la práctica de la escalada.  

Hora punta........ y el tráfico es desbordante.
Paso por El Risco de Levante.
 Risco de Levante.
"Climax" de la película y no llevamos ni una......

   Pasada la parte más abrupta, el paisaje se vuelve al sur y el ládano de la abundante jara pringosa nos regala su olor aromático. Fue en esta "pantalla panorámica" donde nos encontramos con el grupo que hacía el cortometraje. Nos contaron que habían sufrido un fuerte ataque de abejas y que algunas habían llegado a picarles, por lo que iban con un cabreo impresionante. Nos despedimos afectuosamente..... y cada grupo siguió su rodaje.
   Nosotros, para no sufrir el ataque de las abejas, tomamos un atajo por la derecha antes de llegar a las colmenas y salimos indemne de la situación.

El sendero es estrecho por el paraje conocido como: Los Veneros.
Morada de las imprescindibles abejas.

   El rodaje fue intenso, y hasta las 3:15 p.m. no nos paramos a recuperar fuerzas, lo hicimos frente a una dehesa espectacular, junto al Cortijo de los Prietos. Además de zamparnos nuestras viandas, le dimos de lo lindo al palique, e incluso pudimos contemplar una sesión de.... ¿?

El entorno es para quedarse a vivir.
El almuerzo fue una de las escenas mas bonitas del filme.

   La siguiente escena consistía en cruzar la Rivera de Santa Ana y llegar a la Rivera de Alájar. Lo hicimos pasando cerca de la Casa de los Carrasco para tomar la margen derecha de la Rivera de Alájar. El sendero, va junto al río un kilómetro aguas arriba, acompañado de un hermoso bosque en galería, después pasa al lado contrario y enlaza con el GR-47, este nos llevaría en volandas hasta nuestro "plató" de inicio.

Panorámica.
Rivera de Alájar
   
   En el camino encontramos un bonito mirador con vistas al valle y a la Sierra del Pico que dio mucho de sí. En él, dimos rienda suelta a nuestra imaginación, sacando planos de rodaje con efectos especiales fabulosos y tomas románticas de primera categoría. Jajajaja.

Plano cenital del mirador.
Lo que menos hicimos en el mirador; fue mirar el paisaje.
Misión imposible.
Besos de película......
Dejamos el GR-47 un kilómetro antes de llegar a Alájar para no llegar a la aldea del El Collado.  Otro corte que le dimos al largometraje. Por poco se nos queda en corto.

Entrada en Alájar, un pueblo de cine........
y nos regalamos un merecido descanso.
   
   En su mayor parte el guión se había cumplido en su totalidad. La fama y la alfombra roja, nos espera a la vuelta de la esquina, a pesar, de que por las prisas, que no son buenas consejeras, no todos pudimos agenciar el producto estrella de este escenario majestuoso; LAS CASTAÑAS, esas que también se pueden comprar, a un módico precio, en sus bonitos establecimientos.




Como habéis podido comprobar...... Alájar es un pueblo de cine y tiene un entorno de pélicula,
no en vano, Bolliwood, para su primera película en España, 
eligió este, cada vez menos apartado, pueblo de Huelva (igualito que nosotros).
El título de la película fue: Sólo se vive una vez (Zindagi na milegi dobara), 
pero se puede volver en muchas ocaciones,
  y nosotros, esperamos ansiosos la llegada de un nuevo otoño para volver por estos lares y,
 revivir nuestra película particular, con un nuevo guión, lleno de preguntas: 
¿Podré llegar hasta el final? 
¿Empeorará la lesión de rodilla?¿Terminaremos temprano? 
¿Resvalaré en la próxima pasada del río?

¿COGERÉ ALGUNA CASTAÑA?


   Nota del autor:
  Del cortometraje sé; que terminaron la película bien, que hicieron los kilómetros previstos, que desaparecieron todos al llegar a Alájar, menos Isabel M., y..... no sé, si cogieron castañas y fueron felices. 

FIN.
   
   Tomas falsas del rollo:

¡Qué no..... que estas no son castañas! Un fallo lo tiene cualquiera, Toñi.

4 comentarios:

  1. de pelicula manuel esta precioso el largometraje de la paramun jejejejje pero lo de las piedras fue lo mejor jejejejeje

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que te guste. ¿Quién echaría las piedras en la bolsa domde Toñi llevaba las castañas? Creo que será un misterio sin resolver para siempre. Jejej.

      Eliminar
    2. Abra q llamar a colombo q era un makina ese si lo averigua canalla

      Eliminar
  2. Manuel q arte tienes. Yo me apunto a otra película

    ResponderEliminar