MONACHIL - CENTRO DE VISITANTES EL DORNAJO

En esta ocasión vamos en micro-bus. Todo un lujo.

 Partimos de Morón a las  6:06 h., dispuestos a recorrer el rio Monachil, llegar hasta a la central eléctrica de Diecher, subir al Purche, enlazar con el Camino de los Neveros, llegar al Sulayr y terminar en el Centro de Visitantes del Dornajo. 

 Sobre las 9:15 h. aproximadamente, llegamos a Monachil: población que se encuentra a tan sólo 8 Km. de Granada, por la carretera GR-3203. Sus calles son pendientes y sus casas, se sitúan en terrazas a ambos lados de río Monachil, siguiendo las curvas de nivel del terreno.

Nuestro punto de partida.

 Buscamos la carretera del Purche, concretamente un aparcamiento que está a pocos metros de la salida del pueblo. Desde el aparcamiento, descendemos  por un carril entre huertos repletos de árboles frutales (cerezos, higueras, membrillos, granados,,,) que nos hace disfrutar de un olor muy agradable.

 Tomamos dirección Cahorros Altos (nos gusta lo difícil desde el principio). 

 Subimos por un sendero con una fuerte pendiente hasta llegar a la era de los Renegrales. Donde el paisaje nos regala unas vistas espectaculares del cañón, conformado por unas inmensas paredes de roca caliza, excelentes para la práctica de la escalada. No en vano el paraje de los Cahorros también es conocido como el valle de los escaladores.

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 Continuamos el sendero a la izquierda del río y que se adentra en el desfiladero hasta dejarnos en la base del puente colgante de 63 m. de largo. Fue  construido a principio del siglo xx con cuerdas y travesaños de madera y se remodeló en 1.970 para adquirir su actual aspecto

Parece estable, pero al pasar se mueve como un flan.

Teníamos que cruzarlo como máximo de cuatro en cuatro.

 El puente, cruza el río sobre una cascada, hoy de hormigón, que sirvió de presa para el canal de una central eléctrica. Al terminar el puente, comienza la parte más angosta del camino.

 Nuestro camino transcurre por una vereda cementada que cubre una conducción de agua potable. En algunas zonas nos tenemos que ayudar de unos agarradores incrustados en las rocas, ya que el paso se hace tan estrecho, que sólo hay espacio para el pie.

No siempre fuimos así

Técnica para la pesca del Bla-bla

 Atravesamos la cueva de las Palomas, que no es otra cosa, que descomunales rocas, desprendidas de la montaña y encajonadas en el cañón justo antes de llegar al río. En algunas zonas las  paredes del cañón alcanzan más de 30 m. de altura.

 Al terminar el desfiladero, nos encontramos una zona llamada de las Azuelas o Cerro de las Viñas. Este paraje es ideal para descansar y visitar el "cuarto" que está: al fondo, a la derecha.

 Continuando el sendero nos encontramos de lleno con la cancela cerrada de la Central de la Vega. Al frente observamos el Cerro de los Pollos (1.408 m.). El murmullo de las aguas del río se altera con el fuerte ruido de transformadores y turbinas en plena actividad.

 Nosotros, tomamos una sendilla, mal señalizada al principio, que bordea la central y que comienza con un fuerte ascenso rodeando el Cerrajon.

A veces, también bajábamos algo.

El sendero toma altura con gran rapidez, y con ella, las vistas nos alegran el camino. Tuvimos suerte, pudimos ver: cabras montesas,  jabalíes adultos,  crías de jabalíes o rayones a un metro  y la nieve de Sierra Nevada.

Estas "están" pero no son las cabras. Estaban en el otro lado del tajo.

Son rayones y chillones. No como nosotros: leones y huevones (a veces)

Acabado el sendero, nos encontramos con la Central Eléctrica de Diéchar. Frente a nosotros el Cerro del Dornajo. En este punto hicimos un giro de 180º, situándonos paralelo, al arroyo que baja por el collado de las Víboras,  buscando el Camino de los Neveros.
 El motivo de llegar a la carretera del Purche, era poder dar una alternativa, si flaqueaban las fuerzas.

No estuvimos en su interior pero lo parece ¿verdad?

Preguntamos a un ciclista, y a pesar de lo atentos que estábamos, no nos enteramos de ná

En este prado bien abonado, repusimos definitivamente nuestras fuerzas.

El camino nos dio un respiro, pero no, el cafelito que requería la tertulia de la sobremesa.

 Llegamos  a la Senda de los Neveros:  nombre  puesto en memoria a unos hombres que recogían nieve en las cumbres para venderla en Granada. Lo hacían ayudados de mulas cargadas con capachos, ceroncillos de pleita forrada de anea, serones de esparto y una tabla, "el barbero", para tapar la nieve. 

 El cruce está muy bien señalizado. Cuatro miembros de la "expedición" tomaron la opción de continuar por la carretera hasta el camping. A la vuelta los recogimos con el micro-bus

No es que faltaran fuerzas, faltaba "pacharan".

Nos dispusimos a recorrer la Senda de los Neveros, sin prisas, pero contentos al saber que podíamos dar más de si. Casi todo el camino, es una subida suave, hasta llegar a la parte alta del Collado de las Víboras. Es aquí donde enlazamos con la 1ª etapa del Sulayr.

 El Sulayr, la montaña del sol, palabra con la que los árabes conocían Sierra Nevada. Lo componen 19 etapas y una longitud de 340 Km., siendo el itinerario circular mayor de la geografía española. Da la vuelta completa a Sierra Nevada.

 Tras 2 Km. de suave bajada por el Sulary, donde nos relajamos y estiramos las piernas, llegamos al Centro de Visitantes el Dornajo, como podéis ver claramente en la foto, en su interior hay varias exposiciones, un buen aseo y una gran maqueta del Parque Nacional y sus alrededores. El reloj daba las 5:00 h. y habíamos recorrido sobre 19 Km.

  ¡ Por cierto !  Aquí no estamos todos.

De izq, a dech.: Mª Dolores, Pedro, María, Maritina, Manuel L., Juan M., María, Mari hija, Susana, Juan, Mariló, Baldomero, Javi, Alejandro, Carmen Mari, Juan, Mnolo, María Isabel, Abel y Dani.

Los que tomaron la "alternativa", tuvieron su momento de gloria en la Plaza de Toros "Manuel Morilla" (Morón de la Fra.).

De izq. a dcha.: Mariló, Mª Carmen, Sebastian y Emilio.

   Se admiten comentario, observaciones, bromas, chascarrillos, criticas, etc, etc, etc,. Todo sirve para aprender.