martes, 29 de mayo de 2012


101 km en 24 horas. Ronda 12, 13 y 14 de Mayo de 2012

“Lo que no te mate, te hará más fuerte”.

F. Nietzche.

….¿ 101 km corriendo ? ¿ sin descansar ? ¿en cuanto tiempo has dicho? ¿ pero eso es posible?
Estas son las preguntas más frecuentes que te suelen hacer, cuando le comentas a alguién, por primera vez, que vas a hacer los 101 de Ronda.

Otros que ya han oído hablar de ella, te preguntan que sí vas en bicicleta. No, no, nosotros a pie, somos de infantería..., solemos responder. Entre los ciclistas es una prueba bien conocida y codiciada a nivel nacional.
Esta prueba, que en esta edición ha cumplido 15 años de existencia, surgió como una competición de ultrarresistencia, donde tuvieran cabida tanto el personal militar como el civil, y abrir de esta manera un cuerpo del ejercito español, tan particular como La Legión, al resto de la población.
De esta manera, y con el lema “La Legión contra las drogas”, se celebró en diciembre de 1995, la primera edición de esta prueba, que unía mediante una gran travesía las localidades de Ronda y San Pedro de Alcantara. Desde entoces, sólo en un par de ocasiones ha faltado la Legión a su cita, no pudiéndose organizar y ha sido debido a su participación en distintas misiones en el extranjero.

Los socios y socias del Club de Montaña Sierra Sur, antes de la carrera.

Sábado 13 de Mayo de 2012
Son aproximadamente las diez de la mañana y los socios y socias del Club de Montaña Sierra Sur, que vamos este año a participar, nos encontramos estirando en el cesped del polideportivo desde el que se da la salida. Bueno unos estiran, otros hablan y hacen cabalas sobre posibles estrategias, otros como yo vamos al servicio por tercera vez. Los nervios y la vejiga no son buenos aliados.¿Quiénes somos? Pues si os fijáis en la foto, en la fila de arriba de izquierda a derecha: Alvaro Espinosa, Arcadio Tejada, Raúl Mármol, Juan Luis Torres, David García, Rosa Hurtado, Susana Parrilla y Pedro Doblas. Por abajo, y también de izquierda a derecha: José Ramón Cabrera, Juan Velazquez y Mario Osuna. Nos falta un compañero, Jorge Ayllón que no ha podido venir a última hora por motivos familiares, por decisión de todos le dedicamos nuestra participación de este año y le deseamos una pronta recuperación a su esposa.


El lema de este año, por votación popular, es el siguiente:



Sustituye al “Camina o revienta" del año anterior.

Sobre el cesped del polideportivo, más de 2.500 marchadores se preparan para el día más largo, aunque alguno como nuestro compañero Ramón, no trae ni frontal, con ello ya nos hacemos una idea de lo que va a tardar el tío en terminar los 101 km.




Aunque hay otros, que se toman, el tema del avituallamiento y la logística, mucho más en serio...


Ya faltan menos de veinte minutos, nos vamos para la salida. Los compañeros que van a intentar hacerlo corriendo, ( Ramón, Alvaro, Raúl y Pedro ), ya hace un ratito que se han ido para coger la cabeza en la salida.


Nosotros nos juntamos todos y escuchamos las arengas del General Leza, jefe de la Brigada Legionaria Alfonso XIII, nos habla de esfuerzo, sufrimiento, dedicación , sacrificio, y nos felicita por que “los marchadores son el alma de esta prueba”. Todo el mundo estra en una especie de catarsis y euforia cuando va llegando la hora de salir. A los que ya somos veteranos en esta prueba, también se nos erizan los vellos. Por delante nos quedan muchas horas de lucha y esfuerzo, y este año nos enfrentamos a un factor que se presupone determinante, las altas temperaturas que vamos a sufrir.




“Alea jacta est”, la suerte está echada.


Tras estos primeros minutos de euforia, vamos dejando atrás el polideportivo, una multitud de personas de todas la edades y géneros nos arropa y nos lleva casi en volandas por las calles de Ronda. Desde la prácticamente la salidad, se han formado dos grupos, por un lado Rosa, Susana y Juan, que han decidido ya empezar a correr y por otro lado Mario, David, Arcadio y el que escribe, que hemos decidido una estrategia más conservadora, y vamos a intertar ir reservando fuerzas desde el primer momento.



Circuito Ascari ( 25 km aprox.)

Se van sucediendo los primeros avituallamientos, y notamos que hay mucha aglomeración en torno a los puntos de agua, por lo que optamos por beber y comer sólo lo que nos dan en los avituallamientos ( agua, aquarius y fruta ), por ahora es suficiente. Antes de internarnos en el circuito Ascari, ya nos hemos encotrado el primer bucle, y a los corredores que van en cabeza, es una envida sana la que a todos nos entra. ¡ Quién pudiera estar así de fuerte !.

Rosa y Susana en el Circuito Ascari

Arcadio y Mario en el Circuito Ascari

Arriate ( 32 km aprox )

Hasta ahora, el camino ha sido bastante llano, a partir de ahora, empieza el relieve, a ser un poco más disparejo. Llegando a Arriate, el punto de avituallamiento consiste en una bota de agua, que está saturada de marchadores, recuerdo que más adelante, el año anterior, un hombre mayor nos esperaba con una goma y varios cubos de agua fresca, decidimos proseguir con la espereranza de que también este año estuviera alí, y no nos equivocamos. Menos mal que todavía quedan personas así de generosas. El calor a esta hora de la tarde es implacable. Y muchos voluntarios y vecinos del pueblo, nos rocian con agua a nuestro paso por Arriate.

Alcalá del Valle ( 50 km aprox ). Un café y un ibuprofeno.

Para llegar a Alcalá del Valle, primero hay que subir una gran cuesta, que este año se nos hace interminable y luego ir llaneando hasta el kilometro 50, punto intermedio de la prueba y que marca el tiempo de descuento. Es decir hasta Alcalá íbamos sumando kilometros, a partir de aquí vamos restando kilometros. Es una manera de engañar a la mente y poder seguir adelante.


Control de Alcalá del Valle


En este punto, y aunque ya empieza a refrescar, el desgaste del cuerpo es evidente y se hace necesario un reconstituyente que te recargue las pilas y te permita continuar. Nuestra receta es bien sencilla y todavía no ha tenido efectos scundarios. Un café bien cargado, con leche condensada ( la suficiente para que no le haga falta ázucar ) y un Ibuprofeno. Mano de santo.


Tras el descanso y nuestro remedio casero para las "pájaras", proseguimos y de frente tenemos la serranía de Grazalema, señal de que ya hemos cruzado el ecuador y estamos más cerca del final.

Camino de Setenil, con el Macizo de Grazalema de fondo

Setenil ( 60 kms )

Seguimos nuestro periplo, camino de Setenil, un punto importantísimo dentro de la carrera. En Setenil se establece un campamento  con servicios de avituallamiento, podologo, fisioterapia y es el punto donde la mayoría de los corredores, que van a invertir más de 12 horas en acabar la prueba, recogen la mochila con alguna ropa de abrigo u cualquier otra cosa que vaya a necesitar para la finalización de la carrera. También es el punto en el que te suele coger la noche, si eres de los que haces la travesía andando.

Juan y Susana a su llegada a Setenil.


En Setenil nos agrupamos los dos equipos, si bien David y yo, vamos rápidamente a la cola del podologo, desde hace más de 15 km, tenemos molestias en los pies debido a varias ampollas y tenemos que tratarnoslas, sino queremos que vayan a más y tengamos que abandonar la carrera o nos lesionemos más gravemente. El calor de este año está haciendo estragos.  Mientras tanto nuestros compañeros van a por comida a los puestos de avituallamiento y también a por las mochilas.



Encuentro con Juan en Setenil.

Tras repararnos los pies y recuperar un poco, nos ponemos en marcha, por delante nos quedan  algo más de 41 km, y es noche cerrada, el desnivel a partir de ahora es mucho mayor, ya que tenemos que subir al menos dos puertos para volver a bajarlos y las continúas subidas y bajadas van haciendo mella en nuestras rodillas. Por delante, Juan, Susana y Rosa han llegado al siguiente avituallamiento y tenemos noticias de que Alvaro ha salido ya del cuartel de la Legión. También nos enteramos de que Pedro Doblas ha tenido que abandonar al llegar a Arriate debido a un posible golpe de Calor, y de que Raúl Mármol abandonó en el km 60, debido a una lesión de abductores.


No sabemos nada de Ramón, lo hemos llamado varias veces, pero no contesta ( lo más seguro es que haya dejado el movil en el coche ). Por fin recibimos una llamada suya, hace unos diez minutos que ha acabado. Lo ha hecho en menos de doce horas, ¡Qué máquina!.

José Ramón Cabrera, 11h:57m:12s, 50 de la general

Domingo 14 de Mayo de 2012
Nosotros seguimos a lo nuestro, al camino, aunque no dejan de llamarnos compañeros para ver como vamos ( muchas gracias por vuestro apoyo, Antonio, Fran, Maritina, Migue, Mami, ...). Y continuamente estamos en contacto con nuestros compañeros/as que marchan por delante.

Nos encontramos ante una de las partes con mayor desnivel del recorrido, en algo mas de 17 kilometros, acumulamos un desnivel de casi 1.000 m. Sin sucesión de continuidad, pasamos de ascender, de forma seguida, 470 metros, para seguidamente bajar otros 500 metros, hasta llegar al acuartelamiento de Ronda. Este cambio de desnivel nos deja las rodillas para el arrastre y el par de kilometros que separa el final de la cuesta con el cuertel se nos hacen eternos. Pero por fin estamos en el comedor y a partir de la comida, esperamos que todo se ponga mejor.
Rosa, Sunsana y Juan, se reponen en el comedor del Acuartelamiento General Gaveiras.


Hace ya tiempo que nuestro compañero Alvaro Espinosa, ha terminado la travesía con un tiempo de 13 horas y 41 minutos, en la posición 175 de la general. Otro máquina, que le ha quitado casi cuatro horas al tiempo del año pasado. Bravo Álvaro.

Álvaro Espinosa Escalante, 13 horas 41 minutos y 57 segundos

Empleamos algo más de media hora en el comedor, el tiempo justo de sentarse a comer las viandas que los legionarios nos proporcionaron. Un caldito caliente, que sentó estupendamente, pollo empanado, patatas fritas, una coca cola y un yogur, fue lo que yo comí. Salimos de allí rápido, por que  como de costumbre, la gente se desmayaba. Ya sabéis la sangre se va al instentino y con tanto esfuerzo acumulado vienen las pájaras y los flatos. Así que salimos al exterior, estiramos un poco, nos arreglamos las dolencias y proseguimos, por delante los últimos 22 kilometros, con la subida a la Ermita  de Montejaque incluida.
A priori, era un terreno favorable para mí, las cuestas se me dan bien ( alguno de estos me ha apodado el tráctor), pero desde que salí del cuartel empezé a sentirme muy flojo. Sin duda era debido a una pájara, por un pico de insulina. Cuando el cuerpo detecta más ázucar en sangre, de la necesaria, segrega insulina para contrarrestarla, y bajar el nivel de azúcar. Si esto, te pasa cuando estas realizando un  esfuerzo muy continuado, te sucede que aunque te alimentes no tienes energía, por que te falta glucosa en sangre. Gracias a Arcadio y a mis compañeros, que no pararon de animarme y a un gel de hidratos, conseguí reponerme al llegar a la ermita. En el 2002, la primera vez, también me sucedió algo parecido en este punto del recorrido.
Bueno pasado este bache, llegamos a Montejaque, nos tomamos un café "del avión " y con nuevas energías nos lanzamos a por el final de la prueba. Pasamos muy rápidos por Benaoján, y cuando pasamos por delante de la cueva del Gato, vamos casi corriendo y adelantando a un montón de corredores. Al llegar al avituallamiento del río, comienza a amanecer. Ya sólo nos quedan unos 9 kilometros, pero la pájara aparece otra vez. Ya no le echo tanta cuenta, sé que cada paso que doi me acerca al final y el final ya está cerca. Pasamos de nuevo el cuartel y enderezamos hacia Ronda. Pasamos el último avituallamiento.
Juan me llama, y me comenta que hace un  rato que han terminado y que se regresan, que se quedan dormidos de pie. Enhorabuena chicos/as, habéis bajado de las 20 horas y con casi dos horas menos que en la edición anterior.
Rosa Hurtado, Juan Velazquez y Susana Parrilla, 19 horas 47 minutos y 32 segundos
Ya estamos en la recta final, nos enfrentamos a la "cuesta del cachondeo". No sé muy bien el origen de este  nombre, aunque tengo una teoría. Pienso que viene de los que te observan subir esta empedrada cuesta, con casi un metro de lengua arrastrando, o debe estar inspirado en los ciclistas que son adelantados por los corredores, no lo sé, seguiré investigando.
Cuando terminamos la cuesta y nos dirigimos hacia la Alameda del Tajo, nos entra una sensación  de euforia y alegría que nos lleva en volandas. No sentimos dolor, ni cansancio, sólo una emoción indescriprible y que hace que se nos salten las lágrimas ( por lo menos a mí ).
Para homenajear a esta magnífica carrera, decidimos entrar corriendo, la gente nos aplaude al pasar, ya no somos los mismos que comenzaron la carrera. Nos hemos puesto a prueba y hemos vencido. Somos más conscientes de quienes somos y de nuestros límites. Gracias compañeros.
Mario Osuna, Juan Luis Torres, Arcadio Tejada y David García, 21 horas 34 minutos y 48 segundos

2 comentarios:

  1. Juan Luis, par mi, que es una prueba demasiado dura. Enhorabuena a todos los componentes de Sierra Sur, y a ti en porticular, también por el reportaje. Ahora en broma, creo que es el momento de que pongas tu propio negocio: UNA PAJARERÍA.

    ResponderEliminar
  2. bonito reportaje, el año que viene a bajar mas el tiempo o en bici y tu manuel tambien te toca a ti

    ResponderEliminar