ULTRATRAIL BANDOLEROS 2013 -PRADO DEL REY - CADIZ-

08-09/03/2013

Ramón, La Bestia…

Toma del frasco Carrasco!!! Aquí viene! Aquí esta ya! La prueba de las pruebas de montaña! La bestialidad mas grande para el cuerpo humano en nuestra comunidad andaluza! El reto de los retos! Y si, quien si no... nuestro Ramón, " la bestia" se atrevió con él. Y no sólo se atrevió sino que ha escrito con sangre, sudor y lágrimas las letras mas grandes en este tipo de deporte que ha conocido el pueblo de Morón de la Frontera al conseguir finalizar segundo clasificado de la general y primero de su categoría en el gran ultra de "Los Bandoleros". Pasará mucho tiempo hasta que alguien de nuestra localidad, de nuestro club de montaña Sierrasur, vuelva a conseguir una hazaña tan épica como esta. Ramón solo hay uno, fuera de los rangos físicos convencionales, una máquina genética perfecta puesta a punto para el deporte y para llegar a lo mas alto en el deporte. Una persona que desde hace muchos años solo disfruta con lo que hace y sobre todo nos hace disfrutar con lo hace y consigue. 

Ramón, "la bestia", un gran deportista de élite, pero sobre todo una gran persona y amigo.

Bueno pues vamos a meterle mano a esto!  Os ha pasado alguna vez que tenéis tanto que contar que no sabéis como vais a empezar?? Pues asi me hallo yo en estos momentos, ademas haberlo vivido en primera persona te llena aún mas el tarro de experiencias, emociones, sentimientos, etc, etc, pero vamos a intentar resumir una proeza de 19 horas 41 minutos y 56 segundos.

Viernes 15.00 de la tarde allá que salgo de mi casa dirección Bar Mármol cargado con un bolso hasta las manillas de ropa, varias vestimentas, chaquetones, zapatillas, una mochila cargada de comida, barritas, geles, etc. Cuando entro por la puerta del bar, allí estaba, solo, sentado con un café bombón en la mano y aparentemente tranquilo, el día anterior estaba mas nervioso es cierto, y yo como un flan por los nervios tomo un café con él esperando a que llegue Raúl con otro cargamento de ropa, sales, hidratos, etc; y diréis para qué tantos chismes?  pues sencillo, entre el miércoles y el jueves en la zona donde la prueba tendría lugar cayeron alrededor de 115 litros por metro cuadrado, tanto es así que el río Guadiaro fue desbordado y la organización avisó a todos los participantes de un cambio obligado en el recorrido de la prueba pues una parte de esta pasaba por las proximidades de este río  de manera que la prueba se acortaba unos 20 km y ya no se pasaría así por Ronda, Benaoján y Jimera de Libar. Al mismo tiempo las previsiones para el viernes y el sábado no eran mejores, así que a nuestro amigo le haría falta mucha ropa para no entrar en hipotermia durante la noche que le esperaba. Por otro lado, cuatro locos que no teníamos nada que hacer este finde, decidimos que acompañaríamos a este bichejo durante parte del recorrido a saber Raúl, Arcadio, Jorge y un servidor. He de mencionar que el año anterior cuando Ramón ya hizo esta prueba por primera vez quedando doce de la general en un tiempo de 23 horas, que no es moco de pavo tampoco, fue Jorge el que estuvo todo el tiempo corriendo de avituallamiento en avituallamiento.

Pues llega Raúl y terminamos de cargar el coche con todo y tras los últimos ánimos y detalles, nos montamos en el coche Ramón y yo rumbo Prado del Rey, donde comenzaría la hazaña.

Durante el camino con musiquilla de fondo para relajarnos un poco hablábamos sobre la prueba, discutíamos posibles previsiones del tiempo, la estrategia en los avituallamientos e intentaba adoctrinarlo sobre todo en el aspecto de la alimentación y los suplementos durante el transcurso de la prueba. Pues sin darnos cuenta llegamos a Prado del Rey y nos dirigimos raudos en busca del dorsal, eran las 16.30 y había que tomar café, cambiarse y calentar un poco. Cuando llegamos a la plaza donde tendría lugar la salida y la meta de la carrera me di cuenta de que no habría marcha atrás para nuestro amigo, su cara reflejaba emoción igual que la de todos los que allí se encontraban. Recogimos el dorsal y la bolsa del corredor y nos dirigimos al bar mas cercano. Con un nuevo café en mano vimos los regalos de la bolsa, mapas y de mas y nos dirigimos al coche de nuevo para preparar todo lo necesario.

Mientras Ramón se vestía y decidíamos que ropa se pondría según el tiempo que por cierto era bastante bueno sobre esa hora, yo comencé a preparar la mochila con sales, hidratos, geles disueltos y sin disolver, agua, barritas, caramelos y gomitas; y sin darme cuenta cuando estoy terminando voy a explicarle al muchacho cuatro cosillas y no estaba, ya se había puesto a calentar por allí empujado por los nervios.

Pues todo explicado y entendido nos fuimos para la zona de salida porque se acercaba la hora, y cuando llegamos si que se respiraban nervios y emociones. El tiempo comenzaba a nublarse, y en aquella plaza se aglomeraron 304 valientes que sin temer lo que se les vendría encima decidieron salir a realizar una prueba con mas de 120 km en esta edición, con un desnivel positivo de 5379 metros y un desnivel negativo de 5509 metros, eso hacen un acumulado de 10888 metros en 20 km menos que el año anterior y a lo que habría que sumar las inclemencias que tuvieron que pasar estos bravos deportistas, tanto fue así que solo lograron terminar la II edición de Los Bandoleros 114 participantes.

Pues antes de salir, vemos a lo lejos al otro valiente participante de Morón, Pedro Doblas que con mucha ilusión afrontaba los últimos minutos antes de salir, compartiendo emociones con nosotros aunque lamentablemente tuvo que retirarse de la prueba a lo largo del recorrido.

Se acercaban las 18:00 y a diez minutos del comienzo me despido en un fuerte abrazo de nuestro Ramón deseándole lo mejor y diciéndole que estaría con él todo el recorrido al igual que nuestros amigos que llegarían un poco mas tarde por motivos de trabajo. Su cara feliz, su sonrisa reluciente predecían que hoy sería su día  que podría con todo lo que le echasen y con ese rostro lo deje para coger el coche y dirigirme al primer avituallamiento en El Bosque a casi 7 km de allí.

Llego al Bosque y el sol aún luchaba contra las nubes que le venían y esperaba a nuestro amigo impaciente para darle un ibuprofeno que se me olvidó darle en la salida. A los 10 minutos de estar allí empezaban a llegar familiares y amigos de los participantes y al poco tiempo se avista a lo lejos al primer corredor... era Ramón!! pero por qué vas tan rápido!! él es asi. Me adelanto para darle la pastilla y decirle que corra con cabeza, que tranquilo, que nos veríamos en el Puerto del Boyar, etc y cuando me doy cuenta ya había pasado el avituallamiento dirección arriba. Espero al amigo Pedro y llega en pocos minutos al cual doy muchos ánimos para la aventura que le espera y cojo el coche para dirigirme al siguiente avituallamiento: El Puerto del Boyar, unos 13 km mas para los corredores.

Durante el camino hacia arriba en coche me daba cuenta cómo iba cambiando el tiempo. Cuando llegué arriba aún no había caído la noche, pero la niebla era espesísima y el viento fortísimo. A los pocos minutos de estar allí comenzó a llover y tuve que refugiarme un poco. Poco después llegó la furgo de la organización para montar el avituallamiento con el juez de carrera, "el Peri", el seleccionador andaluz de carreras por montaña, para hacer un recuento de la cabeza de carrera. El tiempo empeoraba aún mas y decidí sacar para Ramón ropa seca por si quería cambiarse. A la hora de estar allí se avista lo lejos los frontales de los primeros corredores aunque con aquella niebla les costaría ver mas de tres metros adelante. Conforme se acercan veo que vienen un grupo de 5 participantes juntos y grito el nombre de nuestro amigo para ver si estaba entre ellos, y si, respondió a mi voz. Rápidamente preparo todo y cuando llega venía empapado, le ayudo a quitarse la camiseta, de doy una térmica, otra camiseta y el chubasquero, la mochila la llevaba bien cargada aún, así que comió un sándwich y algo de chocolate y salió pitando raudo con mis ánimos sobre la espalda para la que estaba cayendo. Por aquí pasó sobre las 20,30.

Después de esto cojo el coche dirección Villaluenga del Rosario punto kilométrico 32,5 de la prueba. Por el camino hacia allí llueve muchísimo, me obligaba a ir lento y pensaba en el pobre Ramón. Llegué al pueblo y encontré el avituallamiento, un restaurante cerrado con chimenea encendida y bastante comida. Saqué las cosas del coche y me dispuse a preparar otra mochila para Ramón ya que vi cómo los otros participantes tenían una mochila preparada esperándoles en el avituallamiento con el fin de ahorrar tiempo en la parada para recargar. Pues eso hice, preparé con potingues otra mochila y saqué para Ramón unas zapatillas secas, calcetines, camisetas, cortavientos, guantes, gorros, etc. y me puse a esperar. En teoría deberían llegar los primeros sobre las 22:30 pero no llegan y las 23:00 tampoco y esto confirma que las inclemencias del tiempo les están retrasando mucho y dificultando el ritmo. Al poco rato llegan el primero y el segundo y con ilusión espero pronto a Ramón porque iba en el mismo grupo que ellos. Pero llegan los 4 siguientes y Ramón no aparece, me pongo algo nervioso, no era normal, llegan otros dos y tampoco, ya van 7 y eran las 00:00, pero de pronto lo veo aparecer!! venia chorreando el pobre! Cojo corriendo un caldo calentito y lo siento en una silla rápido para empezar a quitarle ropa. Un chico del pueblo le va trayendo comida y bebida a la silla mientras yo le cambio los calcetines, las plantillas de las zapas porque quería seguir con las mismas, las camisetas, y le doy otra mochila lista para enfundarse, psicológica mente venía entero y fuerte, comió y bebió mas y salió de allí en el puesto 11 por haber perdido tanto cambiándose pero al menos salió calentito aunque le duraría solo 5 minutos.

Tal como él se fue me monté en el coche nuevamente, próximo destino Montejaque, km 50,2 para los corredores.

En este trayecto fue sin duda donde mas llovía, diluviaba, con el gps del móvil en una mano y con la otra conduciendo lentamente por la lluvia y las curvas, llegué a Montejaque el punto de avituallamiento. Lo encontré, y este era un punto de recogida de mochilas para aquellos corredores que lo hubieran solicitado.

Al poco de estar allí llegó el primer corredor, que máquina, fue el ganador el año pasado e iba líder indiscutible a muchos minutos de los perseguidores, casi media hora. Estando allí suena el teléfono, nuestros amigos Raúl y Arcadio estaban llegando, tendría compañía. Poco a poco aparecieron los 5 primeros participante chorreados en el tiempo, comían y bebían un poco, se cambiaban algunos de ropa y seguían apresurados. En estas que llegan los dos amigos del club y aún no había aparecido Ramón así que podrían verle para animarle. Los pongo al día de la prueba y su desarrollo y preparamos nuevamente toda la ropa posible para nuestro campeón y otra mochila cargada. Llegan algunos participantes mas y nosotros tres impacientes esperamos ver pronto a Ramón mientras comentamos el estado de la noche y empezamos a manejar los turnos en los que acompañaremos a nuestro amigo en el recorrido. Mientras charlábamos de todo un poco aparece Ramón al final de la calle venía en el puesto 9, no lo esperábamos! corrimos hacia él para animarle y nada mas entrar en el salón de avituallamiento como un equipo de fórmula uno en bóxer nos pusimos a quitarle ropa, secarle, vestirle nuevamente de pies a cabeza, con mochila lista y dándole todo nuestro apoyo. Comió un poco y bebió para emprender un nuevo trayecto sin vernos de 20 km  a eso de las 02:00 de la madrugada que eran ya, y con la noche en su peor momento. Pero se fue igual que llegó, corriendo, grande Ramón!

Nosotros hicimos lo mismo nos  montamos en los coches y nos dirigimos al siguiente punto, Cortes de la Frontera, km 70 de la prueba. Llegamos al pueblo desierto en sus calles por la hora y el tiempo y encontramos al poco el lugar de avituallamiento, el centro de protección civil de la localidad donde muchos voluntarios y protección civil aguardaban a los participantes. Tal como llegamos me dispuse a cambiarme de ropa mientras mis compañeros preparaban una nueva indumentaria y mochila para Ramón, yo saldría desde aquí para acompañarle unos 20 km hasta el siguiente punto. Arcadio secó alguna ropa en el coche durante el camino pues veíamos que haría falta mas ropa aún ya no solo para Ramón sino para nosotros también pues los chubasqueros no eran suficientes. Pues allí esperamos comentando batallitas, historias, anécdotas de los años, entre risas. Pero preocupadamente para todos los que estábamos allí ningún corredor llegaba, ni si quiera los primeros y ya deberían haber aparecido. Pasaban los minutos, incluso las horas y la preocupación de todos aumentaba, no era comprensible aún con las adversidades del tiempo. Y lo que nos temíamos ocurrió: la esposa del primer clasificado recibió una llamada y su gesto preocupante encendió nuestra alarma, expectantes nos hallábamos  a la conversación, y cuando colgó nos dijo muy enfadada y disgustada que su marido la había llamado desde Montejaque ( el punto de avituallamiento anterior) que se habían perdido durante dos horas los 5 primeros participantes buscando las balizas que no estaban presuntamente en el recorrido y que se había suspendido la carrera!

Un calambre frío recorrió en el cuerpo de nosotros tres, que habría pasado con Ramón? Era cierto que se había suspendido la prueba? Lo sabría Ramón? Habría visto a los primeros participantes? Se habría vuelto hacia atrás? esas eran algunas de las angustiosas preguntas que nos hicimos en milésimas de segundos y peor fue cuando nos dimos cuenta de que su móvil estaba en la mochila que le teníamos allí preparada para darle.

Pronto el coordinador del punto de avituallamiento llamó al coordinador general y este le comentó lo sucedido pero le dijo que la prueba no se había suspendido, que los 4 primeros intentaban impugnarla por problemas que están reflejados en el página de la organización para no tener que explicarlo aquí ahora, pero que habría pasado con Ramón? Los tres sabíamos que Ramón no haría caso de nadie y que él continuaría hacia adelante, él sabía que nosotros lo esperábamos allí, él era conocedor del recorrido, y estábamos seguros de que él llegaría. En ese momento oímos en el walky del coordinador que los chicos de protección civil repartidos cerca del pueblo en el recorrido comunican que han pasado tres corredores por su lado!! Será Ramón uno de ellos?? Esperamos 20 largos minutos a que llegasen a nuestras vistas, pero no, no era ninguno Ramón. Les animamos y comentamos lo ocurrido, eran los primeros ahora! y pronto se marcharon hacia adelante. Nuevamente oímos que otros tres participantes bajaban hacia el pueblo, y ahora vendría Ramón? Si, si, si uno de ellos eran Ramón!! Donde los demás fracasaron el triunfó!! Donde otros se perdieron aún siendo de la zona, él resurgió!! Pues llegó y le contamos todo mientras poníamos en marcha el dispositivo de bóxer, esto le animó mucho y le dio fuerzas, aunque vi que venía muy tocado anímica mente.

Salimos de allí los dos, sobre las 04:30 de la madrugada, lloviendo, con frío, dirección Villaluenga del Rosario, km 90 del recorrido, mientras nuestros amigos Raúl y Arcadio se dirigían hacia allí en coche.

Durante las tres horas que estuve con Ramón mi obsesión fue que pensase en otras cosas y que se alimentase bien en esas tres horas con los suplementos. Le hablé de todo lo que se me venía a la cabeza aunque a veces hablara solo, incluso cantaba, subíamos y bajábamos por puertos muy técnicos y peligrosos por la lluvia, llaneamos unos kms por los llanos de Líbar con el agua por los tobillos varios km, tuvimos que atravesar dos rios con el agua hasta la cintura, y volver a subir y bajar grandes desniveles. Anímicamente estaba mal, estaba harto de noche y lluvia, me repetía que solo tenia ganas de que amaneciera una y otra vez, y le intentaba animar con lo poco que le quedaba ya para terminar, escasamente una tercera parte de la prueba. Pues en esta dinámica pasaron las horas cuando cogimos unos 3 km de pista por fin! que nos llevarían a Villaluenga y el sol estaba saliendo! empezó a animarse!  para colmo cuando llegamos vemos allí en el punto de avituallamiento a nuestro último refuerzo Jorge! y nos dicen los compañeros que vamos sextos!

Con la luz del día parece que el tiempo va a dar un poco de tregua, vuelven a cambiarle Raúl y Arcadio, se toma café con magdalenas y entre los 4 le subimos un poco el ánimo. Ahora saldrían con él Raúl y Arcadio para acompañarle hasta Grazalema, unos 10 km de recorrido.

Salieron de allí los tres con las pilas cargadas en busca del quinto clasificado que estaba a escasos minutos, mientras Jorge y yo nos fuimos en coche hasta el siguiente punto. Llegamos a Grazalema y preparamos las cosas nuevamente para su llegada, sabíamos que con ellos dos Ramón se habría animado y esperábamos que hubiesen cogido al quinto. Jorge se cambió de ropa, ahora se iría él con el campeón. Al poco de estar allí llegan el primer clasificado, venía solo, se había despegado de los dos perseguidores, y se le veía fuerte, tal como entró se fue y a los diez minutos llegaron el segundo y el tercer participantes, juntos, un asturiano y un portugués, se les veía un poco mas cansados y afrontaban los últimos 20 km con resignación. Se marcharon y medimos el tiempo para ver la distancia hasta Ramón. A los pocos minutos oímos que el cuarto estaba por el pueblo, y el quinto, y nuestra sorpresa fue cuando el que apareció por la puerta fue Arcadio!! Ramón iba cuarto!!! que gran trabajo chicos!! Misma operación de siempre con nuestra bestia y bien alimentado le dijimos que tenía a 10 minutos a los dos siguientes, era mentira, los llevaba casi a 20 minutos,  pero él se motivó y salió de allí con Jorge y Arcadio dirección Benamahoma, unos 6 km mas. 

Raúl y yo pronto nos pusimos en marcha para el siguiente pueblo pues sabíamos que era el momento decisivo de la prueba. Los nervios nos comían por dentro, habían echo muy buen trabajo de motivación y Ramón tenía fuerzas, sabíamos que Jorge intentaría exprimir razonadamente a Ramón y que sabría tocarle la fibra.

Llegamos pronto a Benamahoma y esperamos impacientes, pronto llegaron el segundo y el tercero, y pusimos el reloj para contar el tiempo, se fueron y no sabíamos cuando aparecerían los nuestros. Que nervios! Hacíamos nuestras cuentas cuando de pronto vemos bajar a los tres bichos! le habían recortado casi 10 minutos a los de antes! Ahora si les llevaba diez minutos de verdad. Que pasaría? Aquí ya no hubo cambios de ropa, solo mochila nueva, algo de comer y beber y a correr! Ahora solo iría Jorge con él hasta El Bosque y de allí solo quedarían 7 km hasta la meta! Raúl y Arcadio y yo nos fuimos pitando en el coche para ya, pero en El Bosque solo me bajé yo y ellos dos se fueron para Prados del Rey, dejar los coches y volver desde la meta hacia atrás hacia nuestro encuentro para finalizar los cuatro con él.

Pues allí en El Bosque los nervios me comían, el primero había pasado ya para encarar los últimos km hacia meta, pero yo esperaba a los dos siguientes, vendrían juntos seguro porque su actitud era la de acabar juntos, y quería saber si todavía habría posibilidades para Ramón. Y ahí venían! puse el reloj y esperé. Cada segundo se me hacía eterno y confiaba en el trabajo de Jorge, pasaron los dos primeros minutos y no les veía venir, pasó otro y tampoco pero en el cuarto minuto vi a Jorge y detrás a Ramón! corrí hacia ellos, les dije que estaban a 4 minutos solo!! Iban andando los dos porque no podían mas y era posible!! Teníamos 7 km para entrar en el podio!

Solo cogimos agua en el avituallamiento y seguimos corriendo para dar caza a los chavales. Jorge se sitúo delante de Ramón 10-15 metros le dio espacio, y yo justo detrás de él para que no pudiera parar, así seguimos con la esperanza de cogerlos pronto, hablábamos con Ramón, intentábamos motivarlo, se le veía cansado, no hablaba, le decíamos que tenía a tiro entrar en el podio, que dependía él mismo, que era muy grande lo que estaba haciendo, pero que sería increíble lo que podría conseguir! que tenía que darlo todo y vaciarse!... pero él seguía sin hablar, rostro serio, respiración controlada, a su ritmo, constante, sin parar, como si supiese que lo conseguiría pero sin querer decirlo, conocedor de su cuerpo, controlando sus impulsos porque quizás él sabía que si apretaba podría gastar sus últimos alientos y no habría servido para nada todas estas horas. Él  siguió y de pronto, a 4 km de meta, vimos a unos 200 metros al segundo y al tercero! estaban ahí! iban andando!! 

Automáticamente Ramón se paró, echó a andar bajo el asombro de Jorge y mio, me pidió la bolsa de las gomitas y empezó a devorarlas  bebía agua, muy tranquilo todo mientras nos íbamos escondiendo para que no nos viesen los de delante. Jorge y yo le decíamos que era el momento ahora de dar el zarpazo por si echaban a correr tener km suficientes para coger ritmo y fundirlos, él no nos hablaba, no nos miraba, comía gomitas y punto. Seguíamos con la retahíla y de pronto cuando empezó a empinarse el terreno arrancó a correr como a las 6 de la tarde anterior, con amplia zancada, nos dijo que le dejáramos solo hasta que los adelantase  y fue bello y emocionante ver como se dirigía él solo en su lucha por el podio. Al instante escucharon sus pasos y echaron a correr sus predecesores sabiendo que se jugaban el podio después de tanto esfuerzo y horas, podrían perderle en los últimos km, ellos confiaban desde hacía horas que iba a ser suyo. Pero no contaban con el incombustible Ramón que poco a poco se acercó a ellos como presas para él, el asturiano en 200 metros volvió a andar, se resignó a la fuerza de nuestro campeón, llevaban muchos km andando y las piernas no funcionaron, el portugués aguantó otros 200 metros pero sucumbió a su poderío también, solo pudieron ver con qué fuerza les arrebataba lo que era suyo y Jorge y yo nos miramos sabedores que lo habíamos conseguido!! que el podio era nuestro!!!

Inmediatamente nos colocamos en nuestro sitio para aprovechar la fuerza de Ramón y abrir brecha con ellos, seguimos otros 2 km corriendo sin parar a buen ritmo para meterles minutos por si se atrevían a correr, pero cuando a lo lejos a 2 km de meta vimos a Raúl y Arcadio pegando saltos de alegría al vernos segundos nos detuvimos a andar y celebrar un poco la gesta conseguida.

De aquí a meta os podéis imaginar los comentarios, risas y emociones entre nosotros. Ramón no obstante seguía serio, estaba fundido, lo había dado todo y estaba su recompensa. Era campeón, iba a entrar segundo de la general y primero de su categoría.

Entramos en el pueblo, los últimos metros, la gente aplaudía todas las horas que este hombre estuvo tirado a lo largo de tantos km a merced de las inclemencias del tiempo, aplaudieron su coraje, su fortaleza física y mental, aplaudieron cómo la constancia y el sufrimiento terminaban en alegría. Miraba a mis compañeros y veía felicidad y lágrimas en sus ojos, en los míos también. Lo habíamos conseguido, la recta de meta y Ramón solo de cara al arco de llegada, fue nuestro propósito y pusimos todo para que lo consiguiera. Allí vimos a nuestros amigos Juan medio llorando y a Antonio cámara en mano para inmortalizar el momento que pasará a la historia de Morón y de nuestro club. Rosa también se desgañitó en Grazalema animando a nuestro hombre y estando toda la noche pendiente del whasap preguntando y animando. Cabrerita, Baldomero, mi primo Fran, nuestro presidente Juanlu, Carreto, Salvi, todos, todos pusisteis vuestro granito de arena como nosotros para que Ramón consiguiera esto, todos vuestras llamadas, mensajes y ánimos fueron transmitidos, pero sin duda esto es suyo, solo suyo, solo él pudo con todo lo que le vino, con lo que contaba y con lo que no contaba; él se ganó solito ser mas campeón aún, superarse así mismo y ser referencia y ejemplo para el deporte en nuestro pueblo y en nuestro club.

ENHORABUENA RAMÓN!!