martes, 30 de abril de 2013

EL CISNE (1.486 m.); el cerro de los maquis-nas

   Como será el cerrito de inaccesible, que era uno de los refugios preferidos de los guerrilleros antifascistas al termino de nuestra guerra civil. Según nuestro guía zorzal "Julio", la Guardia Civil vigilaba a los maquis desde la sierra de enfrente (Sierra Blanquilla), posiblemente desde su cresta, que igual lleva el nombre de "Cresta de los Civiles" por este motivo. Y puestos a pensar y a echarle imaginación del por qué de los nombres, me arriesgo con una teoría sobre el nombre de nuestro cerrito en cuestión:
   Sí miras su base, es decir su cuerpo, está flotando sobre dos ríos, el Higuerón por su vertiente Este y el Chíllar al Oeste. Y sí miras su impresionante frontal, su altura parece no tener fin, igual que el cuello de un cisne. Al nombre  le faltaría de "cuello negro".  ¡Imaginación al poder!


A la derecha y al fondo nuestro destino "El Cisne"


   Montañeros, montañeras y simpatizantes todos: Lo que os voy a contar a continuación, no hace justicia ni en imágenes ni en la lectura, al día que vivimos el último sábado del mes de abril de este año 2.013, en un respiro que nos dio la lluvia. No obstante no tiraré la toalla a la primera de cambio (no es mi estilo), el motivo bien merece un esfuerzo y no es otro que entretener y si es posible animar a otros a realizar este rutón.
   El Cerro del Cisne se encuentra en la Sierra de Cómpeta, que pertenece a las Sierras de Almijaras, dentro del P. Natural Sierras de Almijaras Tejeda y Alhama, entre los términos de Frigiliana y Cómpeta en la provincia de Málaga.
   En nuestra furgoneta habitual, donde el tiempo de viaje se hace muy ameno y corto, entre charlas y risas, ponemos rumbo a Frigiliana cuando el reloj daban las 6:00 am. (la horita se está comvirtiendo en una mala costumbre). Allí nos esperaba Julio para llevarnos a la aldea El Acebuchal, punto de partida de nuestra andadura.
   Dejamos el coche de Julio y nuestra furgoneta a la entrada de la aldea y subimos por el sendero llamado "Puerta Verde Torrox-Frigiliaana", que en gran parte del recorrido coincide con el Barranco Acebuchal.


Subimos por el arroyo Acebuchal puesto que no lleva agua y de vez en cuando tomamos un sendero alternativo siempre a la derecha.

Comienzo del rutón pletóricos de energía.

Nuestro "guía zorzal" en una de sus muchas explicaciones.

   Esta vereda nos deja en una pista forestal que tomamos a la izquierda y que a los pocos metros pasa por la Venta Cebollero (siglo XVIII). Después continuamos subiendo a la derecha  por el barranco hasta el Collado de Blanquillo

Venta Cebollero. ¿Si las piedras hablasen?

      En el Collado de Blanquillo es donde tomamos conciencia del reto que nos habíamos planteado, ya que vemos en toda su plenitud la maravillosa Sierra de Cómpeta, con el Cisne en su máxima expresión, altivo, majestuoso, bello y casi inexpugnable. 

Panorámica de la Sierra de Cómpeta.

   Bajamos hasta una balsa de agua junto a un helipuerto y a pocos metros cruzamos el Río Higerón. Tomamos un camino empinado y cementado y tras una curva de casi 180º y a unos 30 m. se encuentra el lugar por donde pretendemos subir "el ala del Cisne".
Balsa de agua y helipuerto. Aquí bebe el "cisne" y toma impulso para volar.
 
   Nos afilamos uñas y dientes (la tarea es ardua) y comenzamos a subir, mejor dicho, a gatear entre las plumas de este magnifico ave, procurando resbalar lo menos posible. El sendero está señalizado con piedras y puntos verdes pintados en las rocas.

Las "máquinas" estaban entrando en acción

Un resquicio en el ala del cisne.

   Como se suele decir (en este caso es verdad), sin prisas y casi sin pausas pusimos la máquina a revienta-caldera. El ala derecha de este cisne es resbaladiza debido a las piedras sueltas y abrupta a no poder más.
   Nuestras máquinas dieron de sí todo lo que tenían que dar y pasada una hora y cuarto aproximádamente desde el comienzo de la subida, llegamos al lomito del cisne (Collado de los Maquis). Nos reagruparnos, comentamos la subidita y nos preparamos para alcanzar la cabeza. Cosa que conseguimos sin la mayor dificultad

Reagrupamiento
Como es costumbre: ¡subida a discreción!

   La cabeza del Cisne está decorada con una "peineta" de las que se pone la "Martirio" en forma de buzón, dejado por el grupo de senderismo "Manganillos" en el año 95. Todo un detalle

La familia casi al completo: Manuel, Rosa, Quero, Jacinto, Julio, Pedro, Juan, Baldomero, Susana y un servidor. Alma, la perra de Quero no tenemos ni idea de donde estaba.

   En la cabeza del cisne, subidón...subidón, todos cámaras en mano, fotos y más fotos entre nosotros, algunas salieron dignas para enmarcar

¡Qué bonito es el AMOR!
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   Bajamos nuevamente a la espalda del cisne, pues llego la hora del condumio.

Vistas para un placentero almuerzo.

   Después de comer nos dispusimos para recorrer la espalda del cisne hasta su cola, disfrutando de una cresta bellísima. Al llegar al final decidimos bajar por el ala izquierda, sin anestesia y sin vereda definida alguna.

Juan sobre una ramita enredada en el plumaje.

Fin de la espalda del cisne.

   El descenso por la Cañada de las Piedras fue agotador, muy técnico e interminable. Las plumas del cisne (las aulagas) nos "acariciaban" a cada paso. Nuestras máquinas, tuvieron que activar los cinco sentidos para evitar una mala caída.
   La vereda del Puerto de los Umbrales nos esperaba lejana y pacientemente a que llegáramos, y al estar en ella, nos invadió una gran sensación de tranquilidad puesto que ninguno habíamos sufrido percance notorio alguno.
   Tomamos rumbo al depósito y el helipuerto. Nos despedimos del Cisne y volvimos por el mismo camino que nos trajo desde la aldea.
   Total: 17 km. que parecieron 37. ¡Qué máquinas!  
    
  

¡ Qué bajada para el recuerdo !

¡Qué buena estaban las tartas!. No salen en la foto para no daros envidia.

   He intentado con todas mis ganas describir lo vivido, pero seguro que lo mejor de este día quedó dentro de nosotros mismos y como dije al comienzo; animo a todos los que se atrevan a repetir nuestra experiencia.
   Como dijo el "otro" con su dieta: uno si, muchos no. Bueeeeeno muchos también.   F I N.

Nos vemos en la montaña. ¿Dónde mejor?

3 comentarios:

  1. muy guapo manuel relato increible gracias por ponerle corazon a otra salida guapa guapa

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  2. Muy buen relato Manuel, como te quedas con los detalles, los nombres y las anécdotas, voy contigo y me entero de la mitad, la otra mitad por tus relatos, un placer leerte.

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  3. MANUEL SOUSA: excelente compañero de "aventurillas" e inmejorable narrador de ellas... ENHORABUENA, y yo creo, por unanimidad, te proclamamos CRONISTA OFICIAL DE MORON Y PARTE DEL EXTRANJERO. ! Lo dicho"Nos vemos en el campo".

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