miércoles, 29 de mayo de 2013

EL BANDERILLAS (1.993 m.); oreja, rabo y salida por la Puerta Grande.

   Esta vez si, esta vez "le dimos la vuelta al ruedo" Lo prometido es deuda.
   En diciembre de 2.011, subimos al Banderillas (2ª entrada de este blog), pero nos quedamos sin hacer la bajada al nacimiento de Aguas Negras por inclemencias del tiempo, y en esta ocasión el tiempo nos "echó un capote" y cumplimos nuestras expectativas. "A nosotros no nos torea nadie" así que "suerte valor y al toro".
   El Banderillas se encuentra en la Cordillera de las Banderillas, en la Sierra de Segura, lindando al noroeste con la zona de reserva del P. Natural Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas.
   Hicimos el "paseillo" desde la plaza de toros de Morón hasta el Centro de Interpretación Fluvial del Río Borosa. Para ello, quedamos a las 5:45 de la mañana (esto va empeorando) y llegamos al Borosa a las 12:45. "En corto y por derecho".

   El "cartel" para esta histórica ruta está compuesto de izq. a dech. por los "diestros" siguientes:
   Juan Velázquez "EL NIÑO DEL PALAUSTRE", Susana "LA NIÑA PRUDENTE", Antonio Ramírez "EL SOBRAO", Ramón "EL BICHO", Baldomero "EL NIÑO DE LA RENAULT", Manuel Sousa "EL NIÑO DE LAS LETRAS", Sacha "LA PERRUNI DE LAS NIEVES", Manuel Marín "EL WIN`S y Rosa Hurtado "ROSA DE LA FRONTERA"
Aquí tenemos a los famosos espadas.


La "faena" comienza con una fuerte subida en el sendero de pequeño recorrido PR-A 192, a unos pocos metros del comienzo de la pista forestal que acompaña al Borosa.  No está bien señalizada (yo diría que nada señalizada) y es difícil de encontrar. Una vez descubierto el sendero, si que vemos las marcas amarillas y blancas pintadas en árboles y piedras. No obstante, es muy recomendable llevar planos o GPS para rectificar en caso de despistes, como nos ocurrió a nosotros en varias ocasiones.

El "sobrao" al quite, indicando el comienzo del sendero.

   El sendero toma altura en pocos metros, por lo que hay que "apretarse los machos"  y darle al fuelle a tope. En este caso el esfuerzo está compensado  por la belleza salvaje del paisaje.



   Pasamos justo, por la puerta de las ruinas del cortijo de Los Villares, donde tomamos un tentempié que nos dio fuerzas para no parar, hasta el Collado de Roblehondo, donde llegamos para "el arrastre" 

Paso por Los Villares
Dos senderistas muy "toreras" o al revés.
   El paso por el Tranco del Perro estaba a tiro de piedra (párriba) pero es prácticamente imposible verlo desde el Collado de Roblehondo. El paisaje que se nos abre a nuestros ojos es impresionante.

 
Paso por el Tranco del Perro.
Chorreras en el Tranco del Perro, donde recuperamos agua.

   Una vez atravesado este paso, nos encontramos en el Puntal del Águila, paramos para tomar un respiro y un cafelito con pastas (¡qué bien nos sentó!)

    
   El camino a seguir, nos lo indica un rastrillo de piedras que toma a la izquierda para bordear parte de la Cordillera de las Banerillas por la derecha. Juan "El niño del Palaustre" propuso subir por el barranco La Espinareja y "entramos al trapo" como corderitos. Algunos como yo, casi "pinchamos en hueso" subiendo este barranco.

Al fondo El Fraile de las Banderillas desde el Puntal del Águila.

  Terminado de subir el barranco, nos encontramos en la cuerda de las Banderillas, desde donde vemos muy a lo lejos los dos refugios donde pasaremos la noche.

Cuerda de las banderillas.

El punto geodésico se encuentra a unos 200 m. de los refugios.

Aunque son dos "toreros" son como niños.

   La mitad de la "faena" ha concluido con éxito, quedaba "rematarla", llegar al nacimiento de Aguas Negras. Nos quedaba lo desconocido y estábamos convencido que no "veríamos al toro desde la barrera". Nos acordamos mucho de Ana "LA MONTAÑERA PACIENTE", Juanlu "EL PRESI"  y Abel "EL NIÑO DE LOS POLLOS" tres toreros de renombre que vinieron en el primer intento y no pudieron venir a este.

La alegría en la cara se debe a que nos "concedieron las dos orejas".






"Brindamos" el toro por los que no vinieron y nos "pusimos el mundo por montera"

El sol dio paso a la luna para calmar los cuerpos y  proporcionar el descaso del guerrero, digo... del torero

   El día amaneció esplendido. Juan preparó café para todos (hay detalles que no tienen precio). Recogimos nuestros bártulos y dejamos el refugio lo mejor que pudimos.

La luna llena dio paso al sol.

   Volvimos por la cuerda hasta el Puntal del Águila (parte superior del paso del Tranco del Perro), en esta ocasión por el camino fácil, es decir por la cara Sureste de la Cordillera.

Cuerda del Banderillas

   Cuando llegamos al Puntal del Águila, tomamos a la izquierda para bajar por la Cuesta del Picachal. Se trataba de bajar hasta el río, pero las pendientes son de vértigo, así que le echamos "más valor que el Guerra" y seguimos las sendillas de las cabras. Algunos recibieron algún que otro "revolcón" por lo abrupto de la "plaza".



Abrevadero muy curioso construido en un tronco. Recoge el agua de un manantial

   Bordeamos la cara norte del Castellón y continuamos hasta encontrarnos con el Cortijo de Haza (bueno lo que queda de él) . 
   Dejamos el cortijo a la izquierda y subimos una pendiente también por la cara norte del Picón de Haza de Abajo, y al bajar nos "topamos" con el camino del Río Borosa.

El Castellón

¡¡¡Por fin!!!, enlazamos con el camino del Río Borosa
    
   El siguiente paso fue pasar por los túneles que canalizan el agua hasta la central hidroeléctrica desde el Embalse de los Órganos . Los túneles no tienen ninguna iluminación, de modo que los ojos se nos ponen como platos, intentando ver lo que uno pisa, parecen interminables y son tan bajos que nos tuvimos que quitar en algunos tramos, nuestras abultadas mochilas


Véase muestra de "ojos como platos" en nuestro diestro "El niño de la Renault".

   Llegados al Embalse de Los Órganos, se puede cruzar al otro lado y llegar por una pista a la Laguna de Valdeazores. Esta laguna se alimenta de dos arroyos, el de Valdeazores y el de Valdeazorrillos.

Embalse de los Órganos

   Nosotros lo teníamos muy claro, el "rabo" estaba en el nacimiento, de modo que tomamos un camino a la izquierda del embalse y a pocos metros estábamos en el burbujeante y llamativo Nacimiento de Aguas Negras.
   Nos encontramos con varios grupos de personas  realizando visitas guiadas por guardas forestales. Ellos habían llegado en vehículos hasta el embalse pasando por la Laguna de Valdeazores.
   Pasados unos minutos deleitándonos en el lugar, dispusimos el regreso.

Nacimiento de Aguas Negras
   El camino de vuelta paralelo al Borosa, no deja de sorprendernos, con sus túneles, sus saltos de agua de una belleza apabullante, sus interminables paredes verticales, su vegetación exuberante (este año ha llovido lo indecible), con esa Cerrada de Elías por donde pasear a esa hora de la tarde es agradable a no poder más y en definitiva con un contacto con la naturaleza al más alto nivel.

Salto de los Órganos



   Y bajando, bajando, bajando llegamos a la salida.
  El "puntillazo" a las dos jornadas la dimos  sentados en una terraza junto al Pantano del Tranco con una charla distendida, empinando una cerveza bien fría y degustando la panceta, el lomo, la morcilla, las chuletas de cordero y el chorizo del lugar.

¿Quién dijo que no teníamos hambre?

   Durante el trayecto de vuelta me he ido acordando del "Banderillas", pero también del "estoque", del "capote", de la "puya", de la "muleta" del "descabello", etc,etc, etc, y ahora la faena estaba rematada, porque "cada toro tiene su lidia" y este puede ser el que "de la alternativa" a futuros socios. A nosotros nos ha costado, pero podemos decir que "SALIMOS POR LA PUERTA GRANDE".

   Nos vemos donde queráis, pero si es en la montaña mucho mejor.    FIN.

   

10 comentarios:

  1. Que paisajes¡¡¡¡¡¡ y un grupo muy bueno, enorabuena compañeros...

    ResponderEliminar
  2. Esta ruta ha superado a la no completada del año pasado. Pero además se han cumplido sobradamente las expectativas que teníamos de la misma. Hace bastante tiempo que no paso por una zona en la que estoy seguro que en estos años solo han pasado algunos privilegiados como nosotros. Fantástica ruta en el Sur y Fantástico grupo para caminar juntos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estuvimos 24 h. sin ver a nadie que no fueramos nosotros mismos. Ni siquiera un "espontáneo".

      Eliminar
  3. Como siempre un placer leer tu crónica, de la que se desprende que disfrutasteis de un inolvidable fin de semana en plena naturaleza, enhorabuena a todos.

    ResponderEliminar
  4. Manuel Sousa "Niño de las Letras" que maestría tiene tu relato, te concedo el rabo y las dos orejas. No sólo ha sido un placer compartir este extraordinaria ruta con amigos tan especiales y "toreros de renombre", este bonito relato lo guardaré para el recuerdo sin duda. Enhorabuena maestro! Firmado: "Rosa, de la Frontera"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El mérito siempre es de la "cuadrilla" al completo. Gracias Rosa.

      Eliminar
  5. ole ole y ole maestro, como siempre una buena faena como nos tienes acostumbrados manuel no es para menos despues del finde tan guapisimos que nos hemos pegado y que tardara en borrarse de mi memoria, gracias a todos por la compañia

    ResponderEliminar