martes, 1 de julio de 2014

RÍO ALMARCHAL Y ARROYO DEL QUEJIGO: aventura, cachondeo y... ¡sorpresa!

  
   El Río Almarchal, discurre por un paraje poco conocido y de gran belleza. Se encuentra en el término municipal de Genalguacil (Málaga), aporta su caudal al comienzo del curso bajo del Río Genal, siendo sin lugar a dudas, su principal afluente. Aguas arriba, los arroyos del Estercal y el del Quejigo pasan por rincones casi vírgenes, animando la zona con sus cascadas y sus albercas naturales.
   El tiempo pronosticaba un día radiante y caluroso este 15 de Junio. Perfecto para la última propuesta de senderismo en el programa de actividades del club, que por cierto no se pudo vender mejor: "sendero acuático con posibilidad de baño en multitud de piscinas naturales. Dificultad baja. Y claro, la concurrencia fue grande. Pero más grande eran las ganas de divertirnos que teníamos. Para muestra un ratón, digo....... un botón
El sitio que escogió Juanlu para la foto de grupo. Jaja. ¿Había predisposición para el cachondeo?



   La ruta puede que sea de dificultad baja, lo difícil fue encontrar el punto de partida.
   La comarca del Valle del Genal ha sabido y ha podido conservar en gran medida su atractivo paisajístico y cultural posiblemente gracias al aislamiento en el que se encuentran sus pueblos.
  Nosotros comenzamos en el paraje conocido con el nombre de "Ocenejo" y llegamos a él de la forma  siguiente:
   Pasado Ronda, tomamos la salida a Algeciras (A-369), que nos llevó hasta Algatocín. Cruzamos el pueblo dirección Jubrique-Estepona (MA-536) y nos desviamos a Genalguacil (MA-537). Ya en el pueblo, tomamos una salida terriza durante algunos kilómetros en dirección Estepona, que más tarde continua asfaltada, esta nos llevaría, no recto precisamente, justo hasta El Ocenejo. ¿Cómo saber cuando has llegado a este sitio?, muy fácil; cuando cruzas el puente del único  río de la zona, el Almarchal. Sencillo ¿no?.
También veréis desde la carretera este puente de madera que va a la Casa Vega del Ocenejo.

   En la confluencia del Río Almarchal con la garganta del Arroyo del Algarrobo (nuestro punto de partida) nos hicimos la foto del grupo, por supuesto, después de convencer a Juanlu de que saliera de debajo del puente.  
De izq. a dech. sobre el puente: Quero, Isabel, Toñi, Baldo y Fernando.    En el río: Rosa, Antonio L., José L., Conchi, Mª Carmen, Juanlu, Manuel C., Celia, Juan, un servidor, y Borja.
   
   El recorrido por el lecho de río nos da una perspectiva diferente del lugar, apreciando rincones que serían imposible ver desde los caminos cercanos. La zona conserva grandes masas de castaños, quejigos, alcornoques, pinos, encinas, algunos eucaliptos, jara, brezo, helechos, etc, etc, etc. En cuatro palabras: "naturaleza en estado puro"
Al principio nos resistíamos a mojarnos los pies y....
al poco tiempo nos llegaba el agua a las orejas.
También tomamos algún camino alternativo de secano.
Una prueba de la pureza de estas aguas.
    
   Al llegar a la unión de los arroyos del Estercal y del Quejigo tomamos el de la derecha, el del Quejigo, que nos conduce al Charco Azul.    
¿A la izquierda o a la derecha?. A la dereeeeecha.

      
   Y antes de llegar al Charco Azul, llegó la alegria y el cachondeo. Y nos divertimos de lo lindo.



   Al poco llegamos a un `punto, donde el arroyo se corta y desaparece bajo la tierra, pasando por encima el camino forestal que nos serviría de regreso. En el lado izquierdo, queda la huella de una explotación minera abandonada. En ese momento supimos que estábamos en el Charco Azul. Una piscina natural con dos cascadas que decididamente invitan al baño. 
Es que son como niños.

   Cuando nos hartamos de agua, bordeamos el charco por el lado derecho y continuamos río arriba cual, inquietos aventureros descubriendo nuevos territorios.
Imparables en la aventura.
llegamos a otros charco y....
continuamos, no sin alguna dificultad que otra y....
llegamos a otra piscina cristalina y.....
a otra catarata y.....
a otro salto y.....
a otro salto y .......
a otro baño y ....
¡¡ coño !!, por fin el descanso merecido y......¡¡ a comer !!

   Terminamos de yantar, bajamos el río hasta el Charco Azul, con la intención de volver por el camino forestal hasta la carretera que nos conduciría a los coches, no sin antes, darnos otro baño que nos haría más llevadero el calor de la vuelta.
¡Qué día!

   Desde la carretera contemplamos la inmensidad de este Valle del Genal que linda con Sierra Bermeja y descubrimos una de las mejores masas boscosas de Andalucía, que en esta época del año, sorprende el verde casi fluorescente del castaño en flor.
En otoño los tonos rojizos de la arboleda son espectaculares y en primavera los tonos verdosos no se quedan deatrás.


La vuelta al mundo real.

   Al regreso, pasado Genalguacil, paramos en la venta de San Juan, junto al Rio Genal. Mª Carmen volvió a invitarnos con su famoso bizcocho, con forma de conejo, para regusto de los comensales.  

 Hasta aquí lo que yo vi. Pero...........

 ¿Os puedo contar algo mas?. Yo creo que si, por que merece la pena saberlo y sobre todo verlo.
   Días después de la ruta, unas fotos en el chivato del Facebook me sorprendieron gratamente. Me enteré,  que no sólo hubo aventura, diversión y cachondeo, también las chicas tuvieron "su momento de gloria". Ellas disfrutaron y protagonizaron una sección de fotos artísticas que por desgracia la mayoría no pudimos ver en "vivo y en directo", y que merece la pena dar muestra de su existencia. Además saber, que la capturadora de las instantaneas, fue Toñi.





Chulas ¿verdad?. Pues......

¡¡ Qué seáis felices !!

Fin

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