miércoles, 5 de agosto de 2020

LA GALANA (2.564 m.) y EL ALMANZOR (2.592 m.); la doncella y el moro.

   Cada cual domina su reino. La Galana, engalanada con sus cinco lagos, se oculta al fondo de la Garganta del Pinar, y él, El Almanzor, todo poderoso, desafiante y altivo, preside la Garganta de Gredos. Ellos serán nuestro propósito y nuestro respiro en este comienzo de un verano raro, condicionado por la pandemia provocada por el Covid 19.... y después será lo que tenga que venir.
   Comenzamos nuestra aventura una calurosa tarde de principios del mes de julio, pasando el puente de Las Cadenas sobre el Río Tormes después de atravesar el pequeño pueblo avileño de Navalperal de Tormes (Ávila); una de las puertas privilegiadas de entrada al Parque Regional de la Sierra de Gredos.

Comienzo de la aventura. De izquierda a derecha: Manuel, un servidor, Juan, José Manuel, Baldomero y Juan Carlos.

Fuente de agua no potabilizada al inicio de la ruta.



"Cuentan las antiguas lenguas que el torvo Almanzor
 fue el primero en subir a lo más alto de
estas sierras, y cuentan que lo hizo en un blanco corcel,
buscando montañas afiladas y sucios iblis y fantoches
que rieran y gritaban todo día y toda noche."

   
   Mochila en hombros con todo lo necesario para pasar dos noches, comenzamos nuestra andadura, sabiendo de antemano, que no encontraríamos demonios, sino que al contrario, ante nuestros ojos se mostraría una naturaleza poderosa en estado puro.... "de picos acerados y de un lago encalmado
   Cruzamos la Garganta de Gredos por el Puente de la Ranas, y seguimos la indicación a Cinco Lagunas después de pasar por el Puente de Las Tenadas en el paraje conocido como Las Juntas, donde coinciden la Garganta de Gredos y la Garganta del Pinar..."Pusiera sus nobles posaderas sobre noble blanco corcel y mandara que su guardia fiel cabalgara de rauda manera"

Vamos por el sendero PR AV 35 que está bien indicado. 

  

"Quedó Almazor prendado
del rincón encantado,
y ordenó a sus hombres reuna
esta tarde junto a la laguna"


   Tras ocho kilómetros y medio de subida leve, llegamos al Prado de las Vegas, donde se encuentra el refugio no guardado de La Barranca; el lugar escogido para pasar la noche. Después de nosotros llegaron muchos más con la misma intención, pero la choza es pequeña y con nosotros casi se completó el reducido aforo. Nos lavamos en el río los pies doloridos y nos dispusimos a cenar. Ya, con el estómago caliente y, algunos entre los que me incluyo, con la cabeza también caliente y dolorida (la puerta de la choza es muy pequeña), nos acomodamos para intentar dormir; dos en los bancos y cuatro en el suelo. Los de los bancos no gritaron soñando con sucios iblis, tan solo roncaron más y mejor que el resto.... "Fuera noche clara de luna en lo alto, fuera tibia y templada de roca y cobalto"

La reina de Gredos, muy amansada, siempre aparece a la hora de la comida.

El reconfortante lavado.


Será por los cabezazos que se lleva, la puerta de entrada no se terminar de colocar.


"Allí no se topara el diablo
sino el sonido del viento,
allí no se encontrara el espanto
sino del silencio su llanto."


  A la mañana, no muy temprano, desayunamos algo y comenzamos a subir. Ante nosotros se iba cerrando el circo glacial e iban apareciendo las primeras lagunas. Primero Majalaescoba que no contabiliza para Cinco Lagunas pero que reflejaba las cumbres circundantes igual que las demás, por lo que nos recreamos en ella sacando un montón de fotos.... Por esta zona, llamada Hoya de los Brezos y, ante una fuerte subida que se sospechaba dura, Juan Carlos valoró sus fuerzas y decidió no continuar. A todos nos extrañó, y todos le animamos a que siguiera, pero él, conocedor de sus limitaciones, se empecinó en su intención de desandar lo andado. Más adelante tuvimos la certeza de que había estado a la altura de las circunstancias. ¡Chapó por Carlos! Los demás seguimos la llamada de los hitos, y a escalón seguido, siempre por el lado izquierdo, encontramos Laguna Bajera y Brincolobitos que están prácticamente unidas. Más arriba las lagunas Mediana y de La Galana y por último Laguna Cimera. El recorrido es muy amenos. Vamos viendo a unos bañarse y a otros pescando....¿Pescando? Sí. Cinco Lagunas es un coto de pesca donde sobreviven, con los escaso nutrientes de sus fondos y con las limitadas eclosiones de insectos, los llamados Salvelinos; una especie invasora, introducida sin ton ni son, que se pesca con aparejo sin muerte y con el permiso pertinente. Actualmente se conceden siete permisos diarios los jueves, sábados, domingos y festivos del 17 de Mayo al 15 de Julio. Otra sorpresa guardada en nuestras mochilas...."Y de una laguna obscura del que brotaran desventuras, de djinns segura cobertura y de otras nefandas criaturas"   

Vista atrás de la Garganta del Pinar y del refugio de La Barranca. 

Laguna Majalaescoba o de la Escoba.

Laguna Bajera.

La pesca del salvelino

Laguna Cimera

   
  "Fuera bella y fermosa doncella
de ojos garzos y pelo centella,
de piel perfecta albura 
y túnica de plata pura"


   Pasamos, entre grandes bloques de piedras, por La Laguna del Güetre, la cual dejamos a nuestra izquierda. Por este territorio inhóspito nos abastecimos de algo de agua pues no tendríamos otra oportunidad hasta llegar al refugio Elola.
 Nuestro primer objetivo, "la doncella", estaba cerca. Ella nos venía observando desde Laguna Cimera sin que nos diéramos cuenta. Tan solo nos separaba un penúltimo inconveniente en forma de pendiente del 53 %. hasta la Portilla de los Geógrafos. No fue fácil llegar hasta ese collado. Cada cual marcaba su ritmo y al mismo tiempo buscábamos el camino menos duro...."Oh, bella hurí salida del paraíso, qué quieres tú agora de un guerrero fiero insumiso".  

Los últimos neveros del invierno.

Por el caos de rocas

José, con la Portilla de los Geógrafos al fondo.




"Oh, noble Almanzor
viniera yo del paraiso,
de allí no te traigo amor
sino un triste aviso".

   
   Desde la Portilla de los Geógrafos, La Galana está a un paso, no es un paso cómodo.... pero es un paso. Nos dejamos guiar por los hitos de piedra hasta una brecha que nos separaba de la cima y por donde parece imposible seguir....pero seguimos. Subimos algunos tramos expuestos y pasamos a la cara norte por donde, con respeto y atención, hollamos su puntiaguda y estilizada figura. "Habla ya de una vez y dime tu precio, que tengo cerca la vejez y perder tiempo es necio". 

A los pies de la "doncella"

La Galana a tiro de piedra.

Pasando la brecha.


"Pagarás veinte y tres
 brillantes duras preseas,
pues veinte y tres
grandes cumbres veas".   


   Muy poco espacio hay en el afilado pico de La Galana, donde ya había otro grupo cuando llegamos nosotros. Charlamos amigablemente con ellos y le pedimos nos hiciera la foto de rigor. Después, con un ojo en el escorado piso y con el otro al frente, nos embelesamos con unas maravillosas e inolvidables vistas del "corazón pétreo" del Sistema Central. A renglón seguido y, sin pensarlo mucho, bajamos con más precaución, si cabe, que subiendo...."Y veinte tres telas de sirgo de pago, pues veinte y tres arroyos caen al lago".

Con la superficie justa de roca para la foto de recuerdo.

Laguna Cimera y la pequeña Laguna de Güetre.

Bajando con los cinco sentidos.

Paso por la brecha.

   
"Y veinte y tres
mulas campestres,
por veinte tres
collados terrestres"


   Sin percances, sanos y a salvo, después de bajar de la Galana, pusimos la vista en el Almanzor. Él ya la había puesto en nosotros. Pasamos por la llanura del Cerro del Venteadero y el lugar hizo honor a su nombre: aireándonos, oxigenándonos y refrescándonos....fue un momento merecido. Dejamos el Venteadero atrás. Juan y Bado siguieron el track que les llevaba a media ladera sin perder mucha altura; Manuel, José y yo hicimos caso a nuestro instinto (que no es femenino precisamente) subiendo por un camino muy marcado. Nos equivocamos. Rectificamos lo antes que pudimos y nos fuimos acercando al sendero correcto y a la Portilla de los Cobardes. Por esta zona, a Manuel se le encogió un abductor, por lo que hicimos una breve parada para estirar un poco y reponer sales y azúcares....nada que no pueda solucionar el Coca-Cola que sacó de su mochila..."Pero precio as de pagar por semejante servicio, pues esta nueva va a librar tu futuro del suplicio."

El Almanzor a la vista.

De dcha. a izq.; Ameal de Pablo, Risco Moreno y Cerro de los Huertos desde El Venteadero.

Parada técnica.

Llegando a la Portilla de los Cobardes.
    

"Será Abdallah tu hijo,
tu simiente tan amada,
quien se arrimará a los del crucifijo
para pasarte por la espada."

   
   Por la espada tuvimos que pasar nosotros para llegar a lo más alto. Dejamos las mochilas un poco apartada del camino y comenzamos a subir libre como un pájaro. Al poco nos encontramos a dos montañeras; una acompañaba a la otra que se había caído y tenia rozaduras y heridas ensangrentadas en varias partes del cuerpo. Parecían puesta allí a posta para indicarnos que no sería nada fácil llegar a la "plaza del moro". Como pudimos, y con la inestimable ayuda de Juan, fuimos salvando peñascos tras peñasco hasta que hicimos cumbre. A nuestros pies cientos de kilómetros cuadrados de montañas y valles nos rodean...."Y su sangre has de verter si tu reino quieres mantener, pues es grande la conjura y para vos grande tortura"

El Almanzor y nosotros.

El nido y el "pájaro" que nos encontramos junto al Almanzor.

   
"Pues has de saber Almanzor
que esta montaña es puerta, 
y es por mi grande amor
que vine aunque estoy muerta"


   Nos recreamos todo lo que pudimos, que fue poco tiempo, la verdad, pero es que la multitud no paraba de llegar y teníamos que dejar el sitio a los demás. Las vistas son formidables desde su privilegiada atalaya y se nos quedaron grabadas a fuego en la memoria. Con el corazón henchido nos felicitamos mutuamente, hicimos algunas fotos y comenzamos la bajada del "moro", esta vez, por un lado distinto al de la subida. Recogimos las mochilas y nos fuimos derechos a la Portilla del Crampón, que es la subida clásica desde la Laguna Grande de Gredos. En ese momento subían por el canal muchos trepadores y trepadoras e incluso un perro.... "Y donde la nieve perdura, al pie de la más alta cumbre, allí te esperaré segura cuando se extinga tu lumbre" 

Aplicando la técnica para bajar.

Por la Portilla del Crampón.

La bajada dese la Portilla del Crampón tiene un 57,6 %
  

"No dudes bella hurí
que por ti volveré,
cuando la triste parca
mis ojos por siempre cierre"

  
   Ya sólo nos quedaba bajar y bajar siguiendo los hitos de piedras que van en la dirección del refugio guardado Elola, y que de momento no lo veíamos, pero antes, repusimos fuerzas con un contundente condumio en la única sombra que había en todo el trecho. 
   Al llegar al refugio, descansamos un poco y llenamos las botellas de agua en una cercana fuente. Había mucha gente vivaqueando, igual era porque no se podía pernoctar en el refugio debido al coronavirus. Nosotros disfrutamos un rato de las maravillosas vistas de Laguna Grande que está rodeada de pétreos torreones, verticales agujas y afilados cuchillares, un gigantesco cuadro de una hermosura salvaje incomparable. Tampoco estuvimos mucho tiempo allí, pues quedaba un largo trayecto hasta el lugar donde pensábamos hacer noche. 
  Bajamos por el lado izquierdo de la laguna siguiendo, una vez más, los hitos de piedras que a veces se pierden y otras toman caminos diversos. No esta nada claro el sendero, unas veces vamos junto a la laguna y otras se despega de ella, pero en la dirección no hay duda: la garganta te marca el camino. Fueron ocho kilómetros y medio hasta llegar la refugio no guardado de Los Labradillos, donde cenamos, nos aseamos en el río y nos fuimos a la cama...."Y se apagará el resplandor en el silencio nocturno, dejando triste y taciturno al adusto y fiero Almanzor"    

Reponiendo fuerzas.

Ellas fueron testigos de nuestro almuerzo.... como siempre.

Laguna Grande de Gredos



Garganta de Gredos



Refugio de los Labradillos


"Y cuenta la leyenda
que a su hijo ejecutara,
por no tener enmienda
y la traición consumara."


   La noche fue larga, los ronquidos escasos y el sueño libiano, excepto para José que no pudo dormir por culpa de un cuerpo extraño que se le metió en el ojo, pero afortunadamente e inexplicablemente el día siempre llega con renovadas fuerzas. Hicimos un desayuno frugal pues pensábamos hacer los seis kilómetros que nos faltaban hasta Navalperal de Tormes y desayunar allí como Dios manda. 
  Mochilas en hombros, ahora con menos peso pero más pesada, iniciamos el camino. El sol se filtraba entre las ramas de los árboles, las plantas desprendían su perfume y los pájaros componían la banda sonora de una mañana fresca y radiante. Un paseo hermoso junto a una Garganta inundada de gigantescas piedras redondeadas. Fue como un premio a la jornada anterior. 
   En completo relax, cerramos el círculo pasando nuevamente por el puente de Las Cadenas, donde nos alegró mucho encontrarnos con nuestro compañero Juan Carlos que nos esperaba en el aparcamiento...."No dudes bella hurí que por ti volveré, cuando la triste parca mis ojos por siempre cierre."  



Una mañana espectacular para andar.



Por el Puente de las Cadenas, cerrando el círculo.


"Y todos creyeran de su juicio
hubiera de fiebre escapado,
pues solo hablara de su efugio
de un lago y de un pico escarpado"

   
   Almanzor, pasó por la Sierra de Gredos y quedó cautivado por una doncella del más allá. Ella le avisó de una traición. Él pagó el precio estipulado durante el resto su vida, y, después de muerto, volvió con ella para estar juntos por los siglos de los siglos. 
   A nosotros también nos ha impresionado esta agreste sierra; nos ha fascinado su grandiosidad, nos ha asombrado su bravía naturaleza, y por descontado, también hemos sido seducidos por sus montañas, por su extrema fragosidad, por sus circos y lagunas glaciales, por sus extensas gargantas, y con suerte; esperamos volver muchas veces para sentir la fuerza de "la doncella y el moro"....Y cuentan en Gredos los pastores, que han visto un guerrero doncel cabalgando un blanco corcel, y en su grupa una doncella de ojos claros y pelo centella....."



¡Ah!
Igual volvemos también por el homenaje final.

Fin







P.D.; Las fotos están recopiladas de las que hicimos entre todos. Los versos están tomados de Internet. No tengo ni idea de su autoría.
  
 

2 comentarios:

  1. como siempre de 10 makinon, que grande eres mejor no se puede explicar

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  2. Gran actividad y enorme relato!
    Muchas gracias Manuel por compartir!

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