El pasado martes 21 por la tarde, (cualquier día es bueno) contesto a un correo que Pedro me envía y esta vez le digo que si.
Esperando en el "pollo" de la Alameda, se para un coche junto a mí y veo que su conductora es Maritina y el copiloto Pedro, me llevé una sorpresa muy agradable, ya éramos tres y el reloj daba las 4.30 h.
Cuando llegamos a la famosa venta de Espartero nos dimos cuenta de que: !!anda, los donus !!, !! anda, la cartera !!. Maritina y yo no llevábamos ni lo mas elemental el "AGUA". Pero no fue por novatos, sino por las prisas que son mala consejeras. Yo llegue a las cuatro del trabajo y después de comer como los pavos, salí pitando y a Maritina le ocurrió algo por el estilo.
Cuando salimos del coche nos sorprendió el trasiego de camiones. La dueña de la venta con toda la amabilidad que le caracteriza nos explicó que volvían a explotar la cantera (una de las heridas mortales que estaba apostillada vuelve a sangrar).
Los carteles de prohibido el paso y el sin parar de los camiones nos acobardo un poco y en principio empezaba a distanciarse del paseo romántico que describía mi amigo Antonio, pero le echamos valor (íbamos con protección) y nos colamos por una rendija de la verja cuando daban las 4:45 h.