El asedio al castillo,
tuvo lugar un frío día de finales del mes de enero
del año 2.018 de Nuestro Señor.
La lucha comenzó muchos meses antes, cuando tuvimos que bregar con nuestro primer enemigo: la burocracia. No fue fácil, pero la constancia, la paciencia, el juicio y la razón, obtuvo su recompensa, y conseguimos el fuero que nos permitió emprender la gesta.
Disponíamos de un solo día para acometer nuestro empeño, y ahí estaba el segundo adversario: la climatología. Los dioses del tiempo, vaticinaban vientos de 54 km/h, frío, y agua-nieve, a media mañana, pero nada pudo rebajar nuestra empresa, y catorce vasallos, con anhelo de trocar a Caballeros y Caballeras, de la "Orden del Club Sierra Sur", estaban dispuestos a llegar al último baluarte defensivo de la Sierra del Pinar: El Torreón.