viernes, 30 de enero de 2015

CIRCULAR POR SANTA MARÍA DE TRASSIERRA (CÓRDOBA); de todo un poco.

   En este frío día de invierno (24 de Enero), pusimos nuestros pies en Sierra Morena, concretamente, a unos quince kilómetros en dirección noroeste de Córdoba capital y más concretamente, fue, alrededor de la aldea de Santa María de Trassierra (Sierra de Córdoba)
   No nos imaginábamos que la ruta sería tan completa. Hubo de todo: 
   Arroyos; como los del Bejarano, el del Molino y el del Coronel. Casas en ruinas; como las de Valderramas, la del Coronel y la del Bejarano. Caminos de todo tipo, como el GR-48, el PR-A-211, la carretera CO-3.402, sendas, veredas, y hasta calles de urbanizaciones. Acueducto romano; como el de Valdepuentes. Escultura de época califal; como la Fuente del Elefante. Molinos; como los del Martinete y del Molinillo. Bosques en galerías y de castaños como; los de Valdejetas y de Lo Prado. Puerto; como el de Artafi. Minas romanas. Río; como el del Guadiato. Saltos de agua, pozas naturales y baños; como el de Popea...... En fin, un no acabar en 25 km., que acontinuación os relato.
Según dicen (y doy fe de ello), vimos el bosque en galería mejor conservado de Sierra Morena.

   Justo a la entrada de Santa Mª de Trassierra,  todavía en el coche, tomamos a la derecha el camino señalizado GR-48 (camino del río) y nos bajamos a unos metros después de pasar el Arroyo del Molino. Es ahí, donde comienza y termina  nuestra ruta.
Los charcos y las plantas estaban helados cuando comenzamos.

   Dejamos los coches junto a las vallas de los chalet y empezamos a andar sobre el GR-48, pero a pocos pasos nos desviamos a la derecha, siguiendo las indicaciones existentes, para llegar a la Fuente del Elefante. Esta fuente, se ubica en un hermoso  paraje que en su día, acogió un palacio de recreo nazarí. Era tal su belleza, que incluso fue mencionado en la literatura árabe de la época,   La escultura del pequeño elefante asiático, funcionó como surtidor del estanque del palacio, desde el año 982 (inauguración de la ciudad califal de Medina Azahara)  hasta 1.193 (conquista de la ciudad de Córdoba por los cristianos).
   Lo que vemos hoy día, es una replica que muestra hasta la grieta que alguien le causo al original, posiblemente buscando un tesoro escondido en en su interior.
   El original estuvo hasta 1.988. Y hoy día, se encuentra en el patio del Museo Diocesano de Córdoba.
¡Rapidito, que nos vamos!

   El estanque que se encuentra en un polje, se intentaba llenar (es dificil inundar un polje) con el agua canalizada por el acueducto romano de Valdepuentes. Agua proveniente del Primer Venero del Arroyo del Bejarano.

Acueducto de Aqua Augusta, siglo I (18 km.), llevaba el agua hasta Córdoba.
El acueducto llega subterráneo hasta la Fuente del Elefante.
Un lugar cargado de historia.

   Partimos de este emplazamiento, dejando las ruinas de la casa de Valderrama a nuestra izquierda, y pasamos por un bonito encinar hasta coincidir nuevamente con el GR-48.

Una mañana ideal para la práctica del senderismo.

   Cruzamos el Arroyo del Bejarano y lo seguimos aguas arriba, hasta llega a lo que se conoce con el nombre de: "Primer Venero de Bejarano".
   Es aquí donde mana el agua que lleva el acueducto de Valdepuentes.
   Se cree que los romanos hicieron surgir el agua de modo artificial en este preciso lugar. Si es así, no pudieron tener más tino, ya que no se recuerda que haya dejado de brotar agua desde entonces.

Primer Venero del Bejarano.
 
   Una vez visto el lugar, continuamos subiendo por el sendero (¡error!). Hay que volver por nuestros pasos hasta el cruce con el GR-48, abrir una cancela con un cartel que avisa del ganado bravo que podemos encontrar, cruzarla, y tomar la senda, que dejando el Cortijo del Bejarano a la derecha,  baja paralelo al arroyo.

Cada uno a lo suyo.

   El Arroyo del Bejarano, quizás tomó su nombre del fabricante de paños que aquí se instaló, llegado desde Bejar. Lo hizo en el edificio de un antiguo eremitorio del que hoy día, sólo podemos ver sus ruinas.
   Si el sitio no tuvo precio para el bejarano, para los eremitas que dejaron el mundo para buscar a Dios en la oración, la soledad, la penitencia y la pobreza, tuvo que ser perfecto.

Cortijo del Bejarano.

   Casi frente al cortijo, pasando el arroyo, se encuentra el molino de la fábrica de paños que antaño (siglo XIX), molía los trapos y la lana para producir los tejidos.    Fue esta una industria muy importante para Al-Andalus.

Restos de una industria textil de primer nivel, entre los siglos X y XII

   Reemprendemos la marcha por sendas envueltas en zarzas y matorral de todo tipo, que la hacen casi impenetrable, dejando atrás la Calzada Romana que no encontramos, el Rincón del Duende que no buscamos y el Molino del Martinete, que posiblemente, molió el mineral extraído de las minas romanas de cobre, que si vimos hasta sus entrañas.
 
Que nos gusta la "aventurilla".

    Llegamos a las Tablas de la Aldea que es, donde se unen el Arroyo del Bejarano, el del Coronel y el del Molino con el Río Guadiato.

Río Guadiato.

   Fuimos paralelo al Río Guadiato unos metros, hasta llegar al Arroyo del Molino. Lo cruzamos y subimos por un camino bastante transitado por senderistas y hasta por ciclistas. 
   Al poco nos sorprendió la presencia de las majestuosas ruinas del Molino del Molinillo.

Un sitio que merece su restauración
Una pena el estado que presentan estas edificaciones
Una parada para, admirar el lugar, tomar fotos y para charlar......por supuesto.

   Faltaba la penúltima sorpresa del día: Los Baños de Popea.
   Un lugar emblemático y difícil para sacar la foto del grupo, teniendo en cuenta que eramos diecisiete.

Preparación para la foto.
Prueba superada. Jajajaja.
    Cuando terminamos con la paciencia de la ciclista a la que pedimos nos hiciera las fotos pertinentes, seguimos subiendo hasta una pequeña presa, la cual nos sirvió para pasar al otro lado del arroyo. Subimos casi a trochalinde hasta una urbanización de casas de campo y chalet en el Lagar de la Caballera.
   Hasta aquí la protagonista del paseo fue el agua. La segunda parte no tendría nada que ver. Se acabó el paseo. Comenzaba el deporte en estado puro.
 Llevábamos diez kilómetros. Nos quedaba más de la mitad. Había que darle a los "pedales" a base de bien.
   En la urbanización, pasamos por la calle el Madroñal siguiendo las balizas del sendero PR-A 211. Continuamos paralelo a la CO- 3.402 un tramo, y pasamos a la carretera antes mencionada, casi hasta el puerto de Atarfi. Total: 200 m. de desnivel positivo, en 2 km., a paso ligero. Nos merecimos el ansiado almuerzo.

Las "fieras" comiendo.

   Con las pilas cargadas, bajamos a toda máquina por un camino bien definido disfrutando del paisaje por la Finca de Valdejetas y su magnífico castañar.

La tarde no podía estar mejor para pasear por estos hermosos caminos.
Castañar de Valdejetas.

   Nuevamente, nos encontramos con el GR-48 en una desviación de 90º a la izquierda. Ya no soltaríamos este sendero hasta llegar al punto de partida, pasando antes, por el centro de la aldea de Santa María de Trassierra.

¿Quién dijo miedo? Borja......nooooo hombre, es que está saludando.

   Si la mañana fue ideal para andar, la tarde fue inmejorable para pasear por estas dehesas cordobesas, respirando un aire limpio y llenando los pulmones a cada paso.
   Pusimos la quinta marcha, y nos pelamos los kilómetros sin darnos cuenta.
  Entramos en la aldea de Trassierra, la cruzamos, y nos encaminamos prestos, al sitio donde dejamos los coches.
   Punto final del trayecto.
   Como habréis podido ver y leer, no era broma cuando os dije que hubo de todo en esta ruta y seguro que estaréis hasta un poco cansados, pero un poco más de paciencia, por que hubo más:
   Hubo senderistas y corredores de montaña.


   Hubo padre e hijo.


 Hubo amigo y amiga.



   Hubo esposa y esposo.



   Hubo novia y novio.



   Hubo risas y lágrimas;  hubo perros y perrita; hubo un grupo de cabeza y otro de cola; y por supuesto, también hubo desayuno y merienda.

En el sentido de las agujas del reloj y empezando por la izq.; JanCarlos, Antonio Luis, Rosa, Solis, Isa, Yoli, Susana, Toñi, Fernando, un servidor, Juan, Ana, Alejandro, Pau, Celia, Borja y Javier.

 No nos faltó ni el perejil.


Fotos de Borja y mias.

7 comentarios:

  1. manuel eres incorrejible ya me lo dijo tu mujer y no me lo crei jajajaja gracias por el trabajo tan currado

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    1. Ja,ja. Juan, siempre hay algo que enmendar. Mi mujer es que me mira con buenos ojos.

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  2. Una crónica fabulosa como siempre Manuel, especialmente por los detalles, no solo los que se ven sino por ser el ojo que relata fielmente lo que está mas allá del propio sendero,la historia de los lugares que visitamos, las sensaciones que nos transmiten a los propios participantes, incluso las alianzas invisibles siempre solidarias, que llevan a dos personas en grado de amigos, padre e hijo, matrimonio, novios, a compartir el camino formando juntos esa gran familia que es el Club de Montaña Sierra Sur.
    Enhorabuena y gracias por dedicar tu tiempo en dejar estos trazos para el recuerdo y disfrute de todos.

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    1. Fernando, siempre me calas. ¡Cómo te curras los comentario!. Te has ganado el próximo relato.

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  3. Una vez emocionante...Gracias por dedicar tu tiempo a trasladarnos a todos los rincones que junto con nuestro club pisas Manuel. Chapeau!

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  4. Es un honor poder aportar algo a nuestro club. Chapeau, también para ti.

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  5. Hola Manolo tu comentario formidable eres especial, pero como tu dices creo que nuestro amigo Fernado se ha ganado el proximo comentario

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